El que confía en su corazón es loco; mas el que camina en sabiduría, será salvo.
Mateo 26:70 - Biblia Spanish Sagradas Escrituras Mas él negó delante de todos, diciendo: No sé lo que dices. Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 Mas él negó delante de todos, diciendo: No sé lo que dices. Biblia Nueva Traducción Viviente Pero Pedro lo negó frente a todos. —No sé de qué hablas —le dijo. Biblia Católica (Latinoamericana) Pero él lo negó delante de todos, diciendo: 'No sé de qué estás hablando. La Biblia Textual 3a Edicion Pero él negó delante de todos, diciendo: ¡No sé de qué hablas! Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pero él lo negó delante de todos: 'No sé lo que estás diciendo'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Mas él negó delante de todos, diciendo: No sé lo que dices. |
El que confía en su corazón es loco; mas el que camina en sabiduría, será salvo.
La soberbia del hombre le abate; pero al humilde de espíritu sustenta la honra.
El temor a los hombres es peligroso; mas el que confía en el SEÑOR será levantado.
¿Y a quién reverenciaste y temiste? ¿Por qué mientes; que no te has acordado de mí, ni te vino al pensamiento? ¿No he disimulado desde tiempos antiguos , y nunca me has temido?
Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?
Y he aquí, uno de los que estaban con Jesús, extendiendo la mano, sacó su espada, e hiriendo a un siervo del sumo sacerdote, le quitó una oreja.
Mas todo esto se hace, para que se cumplan las Escrituras de los profetas. Entonces todos los discípulos huyeron, dejándole.
Mas Pedro le seguía de lejos hasta el patio del sumo sacerdote; y entrando, estaba sentado con los criados, para ver el fin.
Y Pedro estaba sentado fuera en el patio; y se llegó a él una criada, diciendo: Y tú con Jesús el Galileo estabas.
Y saliendo él a la puerta, le vio otra, y dijo a los que estaban allí: También éste estaba con Jesús Nazareno.
Bien; por su incredulidad fueron quebradas, mas tú por la fe estás en pie. No te ensoberbezcas, antes teme.
Mas a los temerosos, e incrédulos, a los abominables, y homicidas, a los fornicarios y hechiceros, y a los idólatras, y a todos los mentirosos, su parte será en el lago ardiendo de fuego y de azufre, que es la muerte segunda.