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Mateo 24:43 - Biblia Spanish Sagradas Escrituras

Pero sabed esto, que si el padre de la familia supiese a cuál hora el ladrón había de venir, velaría, y no dejaría minar su casa.

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Biblia Reina Valera 1960

Pero sabed esto, que si el padre de familia supiese a qué hora el ladrón habría de venir, velaría, y no dejaría minar su casa.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Entiendan lo siguiente: si el dueño de una casa supiera exactamente a qué hora viene un ladrón, se mantendría alerta y no dejaría que asaltara su casa.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Fíjense en esto: si un dueño de casa supiera a qué hora de la noche lo va a asaltar un ladrón, seguramente permanecería despierto para impedir el asalto a su casa.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Pero sabed esto: Si el dueño de la casa hubiera sabido a qué hora de la noche vendría el ladrón, velaría y no permitiría que se horadara su casa.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Entendedlo bien: si el dueño de casa supiera a qué hora de la noche va a llegar el ladrón, estaría en vela y no dejaría horadar su casa.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Pero sabed esto, que si el padre de familia supiese en qué vela el ladrón habría de venir, velaría, y no dejaría minar su casa.

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Mateo 24:43
18 Cross References  

En las tinieblas minan las casas, que de día para sí señalaron; no conocen la luz.


Porque el marido no está en casa, se ha ido a un largo viaje;


Mas a la cuarta vela de la noche, Jesús fue a ellos andando sobre el mar.


Y tomándolo, murmuraban contra el padre de la familia,


Velad pues, porque no sabéis a qué hora ha de venir vuestro Señor.


Por tanto, también vosotros estad apercibidos; porque el Hijo del hombre ha de venir a la hora que no pensáis.


Y mientras que ellas iban a comprar, vino el esposo; y las que estaban apercibidas, entraron con él a las bodas; y se cerró la puerta.


Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora en que el Hijo del hombre ha de venir.


Velad pues, porque no sabéis cuándo el Señor de la casa vendrá; si a la tarde, o a la medianoche, o al canto del gallo, o a la mañana;


Y los vio fatigados remando, porque el viento les era contrario; y cerca de la cuarta vigilia de la noche, vino a ellos andando sobre el mar, y quería precederlos.


Y aunque venga a la segunda vigilia, y aunque venga a la tercera vigilia, y los hallare así, bienaventurados son los tales siervos.


Pero esto sabed, que si supiese el padre de familia a qué hora había de venir el ladrón, velaría ciertamente, y no dejaría minar su casa.


Velad pues, orando a todo tiempo, que seáis tenidos por dignos de evitar todas estas cosas que han de venir, y de estar en pie delante del Hijo del hombre.


He aquí, yo vengo como ladrón: Bienaventurado el que vela, y guarda sus vestiduras, para que no ande desnudo, y vean su fealdad.


Acuérdate pues de lo que has recibido y has oído; y guárdalo, y arrepiéntete. Y si no velares, vendré a ti como ladrón, y no sabrás a qué hora vendré a ti.