Porque el rey de Babilonia se paró en una encrucijada, al principio de dos caminos, para tomar adivinación; acicaló saetas, consultó en ídolos, miró el hígado.
Mateo 22:9 - Biblia Spanish Sagradas Escrituras Id pues a las salidas de los caminos, y llamad a las bodas a cuantos hallareis. Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 Id, pues, a las salidas de los caminos, y llamad a las bodas a cuantos halléis. Biblia Nueva Traducción Viviente Ahora salgan a las esquinas de las calles e inviten a todos los que vean”. Biblia Católica (Latinoamericana) Vayan, pues, a las esquinas de las calles e inviten a la fiesta a todos los que encuentren'. La Biblia Textual 3a Edicion Id pues a las encrucijadas de los caminos, y llamad a la fiesta de bodas a cuantos halléis. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Salid, pues, a las encrucijadas de los caminos, y a todos cuantos encontréis, convidadlos al banquete'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Id, pues, a las salidas de los caminos, y llamad a las bodas a cuantos halléis. |
Porque el rey de Babilonia se paró en una encrucijada, al principio de dos caminos, para tomar adivinación; acicaló saetas, consultó en ídolos, miró el hígado.
Ni habías de pararte en las encrucijadas, para matar a los que de ellos escapasen; ni habías de entregar los que quedaban en el día de angustia.
Le dicen: Porque nadie nos ha contratado. Les dijo: Id también vosotros a la viña, y recibiréis lo que fuere justo.
Y saliendo los siervos por los caminos, juntaron a todos los que hallaron, malos y buenos; y las bodas fueron llenas de convidados.
Entonces dice a sus siervos: Las bodas a la verdad están aparejadas, mas los que eran llamados no eran dignos.
y que se predicase en su nombre el arrepentimiento y la remisión de pecados en todas las naciones, comenzando desde Jerusalén.
Porque así nos mandó el Señor, diciendo : Te he puesto para luz de los gentiles, para que seas por salud hasta lo postrero de la tierra.
A mí, digo , el más pequeño de todos los santos, es dada esta gracia de anunciar entre los gentiles el Evangelio de las inescrutables riquezas del Cristo,
Y el Espíritu y la Esposa dicen: Ven. Y el que oye, diga: Ven. Y el que tiene sed, venga; y el que quiere, tome del agua de la vida gratuitamente.