de los hombres con tu mano, oh SEÑOR, de los hombres de mundo, cuya parte es en esta vida, y cuyo vientre está lleno de tu despensa: sacian a sus hijos, y dejan el resto a su familia.
Mateo 19:22 - Biblia Spanish Sagradas Escrituras Y oyendo el joven esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones. Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 Oyendo el joven esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones. Biblia Nueva Traducción Viviente Cuando el joven escuchó lo que Jesús le dijo, se fue triste porque tenía muchas posesiones. Biblia Católica (Latinoamericana) Cuando el joven oyó esta respuesta, se marchó triste, porque era un gran terrateniente. La Biblia Textual 3a Edicion Pero al oír el joven la palabra, se fue entristecido, porque era de los que tienen° muchas posesiones. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pero cuando el joven oyó [estas] palabras se fue, lleno de tristeza, pues poseía muchos bienes. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y oyendo el joven esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones. |
de los hombres con tu mano, oh SEÑOR, de los hombres de mundo, cuya parte es en esta vida, y cuyo vientre está lleno de tu despensa: sacian a sus hijos, y dejan el resto a su familia.
Y vendrán a ti como viene el pueblo, y se estarán delante de ti, mi pueblo, y oirán tus palabras, y no las pondrán por obra; antes hacen halagos con sus bocas, y el corazón de ellos anda en pos de su avaricia.
Y el que fue sembrado entre espinos, éste es el que oye la Palabra; pero la congoja de este siglo y el engaño de las riquezas, ahogan la Palabra, y se hace infructuosa.
Entonces el rey se entristeció; mas por el juramento, y por los que estaban juntamente a la mesa, mandó que se le diese.
Porque ¿de qué aprovecha al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? O ¿qué recompensa dará el hombre por su alma?
Le dice Jesús: Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme.
Entonces Jesús dijo a sus discípulos: De cierto os digo, que el rico difícilmente entrará en el Reino de los cielos.
Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o se llegará al uno y menospreciará al otro; no podéis servir a Dios y a las riquezas.
Mas él, entristecido por esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones.
Y el rey se entristeció mucho; mas a causa del juramento, y de los que estaban con él a la mesa, no quiso desecharla.
Entonces él, oídas estas cosas, se puso muy triste, porque era muy rico.
De cierto, de cierto os digo, que vosotros lloraréis y lamentaréis, y el mundo se alegrará; pero aunque vosotros estaréis tristes, vuestra tristeza se tornará en gozo.
Porque sabéis esto, que ningún fornicario, o inmundo, o avaro, que también es servidor de ídolos, tiene herencia en el Reino del Cristo, y de Dios.
Mortificad, pues, vuestros miembros que están sobre la tierra: fornicación, inmundicia, deleite carnal , mala concupiscencia, y avaricia, la cual es servicio de ídolos;