y veían los hijos de Israel el rostro de Moisés, que la tez de su rostro era resplandeciente; y volvía Moisés a poner el velo sobre su rostro, hasta que entraba a hablar con El.
Mateo 13:43 - Biblia Spanish Sagradas Escrituras Entonces los justos resplandecerán como el sol en el Reino de su Padre. El que tiene oídos para oír, oiga. Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 Entonces los justos resplandecerán como el sol en el reino de su Padre. El que tiene oídos para oír, oiga. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces los justos brillarán como el sol en el reino de su Padre. ¡El que tenga oídos para oír, que escuche y entienda! Biblia Católica (Latinoamericana) Entonces los justos brillarán como el sol en el Reino de su Padre. Quien tenga oídos, que entienda. La Biblia Textual 3a Edicion Entonces los justos resplandecerán como el sol en el reino de su Padre. El que tiene oídos,° oiga. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Entonces los justos, en el reino de su Padre, resplandecerán como el sol. El que tenga oídos, que oiga. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces los justos resplandecerán como el sol en el reino de su Padre. El que tiene oídos para oír, oiga. |
y veían los hijos de Israel el rostro de Moisés, que la tez de su rostro era resplandeciente; y volvía Moisés a poner el velo sobre su rostro, hasta que entraba a hablar con El.
Y los entendidos resplandecerán como el resplandor del firmamento; y los que enseñan la justicia a la multitud, como las estrellas a perpetua eternidad.
Entonces el Rey dirá a los que estarán a su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el Reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo.
desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; estuve en la cárcel, y vinisteis a mí.
Y os digo, que desde ahora no beberé más de este fruto de la vid, hasta aquel día, cuando lo tengo que beber nuevo con vosotros en el Reino de mi Padre.
No temáis, manada pequeña; porque al Padre ha placido daros el Reino.
Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es vano.
Hermanos míos amados, oíd: ¿No ha elegido Dios los pobres de este mundo, para que sean ricos en fe, y herederos del Reino que prometió a los que le aman?