El principio del conocimiento es el temor del SEÑOR; los locos despreciaron la sabiduría y el castigo.
Mateo 13:19 - Biblia Spanish Sagradas Escrituras Oyendo cualquiera la Palabra del Reino, y no entendiéndola, viene el Malo, y arrebata lo que fue sembrado en su corazón; éste es el que fue sembrado junto al camino. Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 Cuando alguno oye la palabra del reino y no la entiende, viene el malo, y arrebata lo que fue sembrado en su corazón. Este es el que fue sembrado junto al camino. Biblia Nueva Traducción Viviente Las semillas que cayeron en el camino representan a los que oyen el mensaje del reino y no lo entienden. Entonces viene el maligno y arrebata la semilla que fue sembrada en el corazón. Biblia Católica (Latinoamericana) Cuando uno oye la palabra del Reino y no la interioriza, viene el Maligno y le arrebata lo que fue sembrado en su corazón. Ahí tienen lo que cayó a lo largo del camino. La Biblia Textual 3a Edicion De todo el que oye la palabra del reino y no la entiende, viene el maligno y arrebata lo que fue sembrado en su corazón. Éste es el que fue sembrado junto al camino. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Cuando alguien oye la palabra del reino sin profundizarla, viene el Malo y arrebata lo sembrado en su corazón; éste representa lo sembrado al borde del camino. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Cuando alguno oye la palabra del reino y no la entiende, viene el malo, y arrebata lo que fue sembrado en su corazón. Este es el que fue sembrado junto al camino. |
El principio del conocimiento es el temor del SEÑOR; los locos despreciaron la sabiduría y el castigo.
¿De qué sirve el precio en la mano del loco para comprar sabiduría, no teniendo corazón para entender ?
¿A quién te has comparado así en gloria y en grandeza entre los árboles del Edén? Pues derribado serás con los árboles del Edén en la tierra baja; entre los incircuncisos yacerás, con los muertos a cuchillo. Este es Faraón y todo su pueblo, dijo el Señor DIOS.
Y si Satanás echa fuera a Satanás, contra sí mismo está dividido; ¿cómo, pues, permanecerá su reino?
Y el que fue sembrado en pedregales, éste es el que oye la palabra, y luego la recibe con gozo.
y el campo es el mundo; y la buena simiente son los hijos del Reino, y la cizaña son los hijos del malo;
Y rodeó Jesús toda Galilea, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el Evangelio del Reino, y sanando toda enfermedad y toda flaqueza en el pueblo.
Mas sea vuestro hablar: Sí, sí; no, no; porque lo que es más de esto, de mal procede.
Y éstos son los de junto al camino; en los que la Palabra es sembrada; mas después que la oyeron, luego viene Satanás, y quita la Palabra que fue sembrada en sus corazones.
y sanad los enfermos que en ella hubiere, y decidles: Se ha llegado a vosotros el Reino de Dios.
Y los envió a que predicasen el Reino de Dios, y que sanasen a los enfermos.
Le dice Pilato: ¿Qué cosa es la Verdad? Y como hubo dicho esto, salió otra vez a los judíos, y les dice: Yo no hallo en él ningún crimen.
¿Por qué no reconocéis mi lenguaje? Porque no podéis oír mi palabra.
Y así como oyeron de la resurrección de los muertos, unos se burlaban, y otros decían: Te oiremos acerca de esto otra vez.
Pero si son cuestiones de palabras, y de nombres, y de vuestra ley, vedlo vosotros; porque yo no quiero ser juez de estas cosas.
Y ahora, he aquí, yo sé que ninguno de todos vosotros, por quienes he pasado predicando el Reino de Dios, verá más mi rostro.
Y habiéndoles señalado un día, vinieron a él muchos a la posada, a los cuales declaraba y testificaba el Reino de Dios, procurando persuadirles lo que es de Jesús, el Cristo, por la ley de Moisés y por los profetas, desde la mañana hasta la tarde.
Y como a ellos no les pareció tener a Dios en cuenta, Dios los entregó a perverso entendimiento, para que hicieran lo que no conviene,
que el Reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia y paz y gozo por el Espíritu Santo.
Mas a los que son contenciosos, y que no obedecen a la verdad, antes obedecen a la injusticia: enojo e ira.
A mí, digo , el más pequeño de todos los santos, es dada esta gracia de anunciar entre los gentiles el Evangelio de las inescrutables riquezas del Cristo,
para que sean condenados todos los que no creyeron a la verdad, antes consintieron a la iniquidad.
Por lo cual es necesario que tanto con más diligencia guardemos las cosas que hemos oído, para que no nos escurramos.
No como Caín, que era del maligno, y mató a su hermano. ¿Y por qué causa le mató? Porque sus obras eran malas, y las de su Hermano eran justas.
Bien sabemos que cualquiera que es nacido de Dios, no peca; mas el que es engendrado de Dios, se guarda a sí mismo, y el maligno no le toca.
Pero sabemos que el Hijo de Dios es venido, y nos ha dado entendimiento; para conocer al que es verdadero; y estamos en el verdadero, en su Hijo Jesús, el Cristo. Este es el verdadero Dios, y la vida eterna.