El espíritu del Señor DIOS es sobre mí, porque me ungió el SEÑOR; me envió a predicar a los abatidos, a atar las llagas de los quebrantados de corazón; a publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la cárcel;
Mateo 10:7 - Biblia Spanish Sagradas Escrituras Y yendo, predicad, diciendo: El Reino de los cielos ha llegado. Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 Y yendo, predicad, diciendo: El reino de los cielos se ha acercado. Biblia Nueva Traducción Viviente Vayan y anúncienles que el reino del cielo está cerca. Biblia Católica (Latinoamericana) A lo largo del camino proclamen: ¡El Reino de los Cielos está ahora cerca! La Biblia Textual 3a Edicion Id pues, y proclamad diciendo: El reino de los cielos se ha acercado. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Id y predicad que el reino de los cielos está cerca. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y yendo, predicad, diciendo: El reino del cielo se ha acercado. |
El espíritu del Señor DIOS es sobre mí, porque me ungió el SEÑOR; me envió a predicar a los abatidos, a atar las llagas de los quebrantados de corazón; a publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la cárcel;
Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos, echad fuera demonios; de gracia recibisteis, dad de gracia.
Y fue, que acabando Jesús de dar mandamientos a sus doce discípulos, se fue de allí a enseñar y a predicar en las ciudades de ellos.
¿Cuál de los dos hizo la voluntad del padre? Dicen ellos: El primero. Les dijo Jesús: De cierto os digo, que los publicanos y las rameras os van delante al Reino de Dios.
Por tanto os digo, que el Reino de Dios será quitado de vosotros, y será dado a gente que hagan el fruto de él.
Mas ¡ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! Porque cerráis el Reino de los cielos delante de los hombres; que ni vosotros entráis, ni a los que están entrando dejáis entrar.
Desde entonces comenzó Jesús a predicar, y a decir: Arrepentíos, que el Reino de los cielos se ha acercado.
La ley y los profetas hasta Juan; desde entonces el Reino de Dios es anunciado, y quienquiera se esfuerza a entrar en él.
Y los envió a que predicasen el Reino de Dios, y que sanasen a los enfermos.
Y saliendo, rodeaban por todas las aldeas, anunciando el Evangelio, y sanando por todas partes.
Y Jesús le dijo: Deja que los muertos entierren a sus muertos; y tú, ve, y anuncia el Reino de Dios.
Este vino a Jesús de noche, y le dijo: Rabí, sabemos que has venido de Dios por maestro; porque nadie puede hacer estas señales que tú haces, si no estuviere Dios con él.
Y cuando Pedro entró, salió Cornelio a recibirle; y derribándose a sus pies, adoró.
predicando el Reino de Dios y enseñando lo que es del Señor Jesús, el Cristo, con toda libertad, sin impedimento.
resentidos de que enseñasen al pueblo, y anunciasen en el Nombre de Jesús la resurrección de los muertos.