Lucas 8:29 - Biblia Spanish Sagradas Escrituras (Porque mandaba al espíritu inmundo que saliese del hombre, porque ya de muchos tiempos le arrebataba; y le guardaban preso con cadenas y grillos; mas rompiendo las prisiones, era agitado del demonio por los desiertos.) Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 (Porque mandaba al espíritu inmundo que saliese del hombre, pues hacía mucho tiempo que se había apoderado de él; y le ataban con cadenas y grillos, pero rompiendo las cadenas, era impelido por el demonio a los desiertos.) Biblia Nueva Traducción Viviente Pues Jesús ya le había ordenado al espíritu maligno que saliera del hombre. Ese espíritu a menudo tomaba control de él. Aun cuando el hombre estaba bajo custodia, con cadenas y grilletes, simplemente los rompía y se escapaba al desierto, totalmente controlado por el demonio. Biblia Católica (Latinoamericana) Es que Jesús ordenaba al espíritu malo que saliera de aquel hombre. En muchas ocasiones el espíritu se había apoderado de él y lo había llevado al desierto. En esos momentos, por más que lo ataran con cadenas y grillos para somerterlo, rompía las ataduras. La Biblia Textual 3a Edicion Pues mandaba al espíritu inmundo salir del hombre, porque durante mucho tiempo° se había apoderado de él, y aunque atado con cadenas y grillos para ser custodiado, rompía las cadenas y era impelido por el demonio a los lugares desiertos. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Es que Jesús estaba mandando al espíritu impuro que saliera de aquel hombre. Porque en muchas ocasiones lo forzaba de tal manera que, aunque lo ataban con cadenas y le ponían grillos en los pies para tenerlo sujeto, él rompía las ataduras, y el demonio lo empujaba hacia lugares desiertos. Biblia Reina Valera Gómez (2023) (Porque mandaba al espíritu inmundo que saliese del hombre; pues hacía mucho tiempo que le arrebataba; y le guardaban preso con cadenas y grillos; pero rompiendo las cadenas, era arrastrado por el demonio a los desiertos.) |
El cual, cuando vio a Jesús, exclamó y se postró delante de él, y dijo a gran voz: ¿Qué tengo yo contigo, Jesús, Hijo del Dios Altísimo? Te ruego que no me atormentes.
Y le preguntó Jesús, diciendo: ¿Qué nombre tienes? Y él dijo: Legión. Porque muchos demonios habían entrado en él.
y he aquí un espíritu lo toma, y de repente da voces; y le despedaza y hace echar espuma, y apenas se aparta de él quebrantándole.
Y mientras se acercaba, el demonio le derribó y despedazó; pero Jesús increpó al espíritu inmundo, y sanó al muchacho, y se lo volvió a su padre.