Lucas 7:7 - Biblia Spanish Sagradas Escrituras por lo cual ni aun me tuve por digno de venir a ti; mas di la palabra, y mi siervo será sano. Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 por lo que ni aun me tuve por digno de venir a ti; pero di la palabra, y mi siervo será sano. Biblia Nueva Traducción Viviente Ni siquiera soy digno de ir a tu encuentro. Tan solo pronuncia la palabra desde donde estás y mi siervo se sanará. Biblia Católica (Latinoamericana) Por eso ni siquiera me atreví a ir personalmente donde ti. Basta que tú digas una palabra y mi sirviente se sanará. La Biblia Textual 3a Edicion por lo cual, ni siquiera me consideré digno de ir a ti; pero dilo de palabra, ¡y sea sano° mi mozo!° Biblia Serafín de Ausejo 1975 por eso, tampoco yo me he considerado digno de presentarme ante ti. Pero dilo de palabra, y que mi criado se cure. Biblia Reina Valera Gómez (2023) por lo que ni siquiera me tuve por digno de venir a ti; mas di la palabra, y mi siervo será sano. |
y dijo: Si oyeres atentamente la voz del SEÑOR tu Dios, e hicieres lo recto delante de sus ojos, y dieres oído a sus mandamientos, y guardares todos sus estatutos, ninguna enfermedad, de las que envié a los egipcios, te enviaré a ti; porque yo soy el SEÑOR tu Sanador.
Y todos se maravillaron, de tal manera que inquirían entre sí, diciendo: ¿Qué es esto? ¿Qué nueva doctrina es ésta, que con potestad aun a los espíritus inmundos manda, y le obedecen?
Y hubo espanto en todos, y hablaban unos a otros, diciendo: ¿Qué palabra es ésta, que con autoridad y potencia manda a los espíritus inmundos, y salen?
Entonces, extendiendo la mano, le tocó diciendo: Quiero; sé limpio. Y luego la lepra se fue de él.
Y Jesús fue con ellos. Pero cuando ya no estuviesen lejos de su casa, envió el centurión amigos a él, diciéndole: Señor, no te incomodes, que no soy digno que entres debajo de mi tejado;
Porque también yo soy hombre puesto en potestad, que tengo debajo de mí soldados; y digo a éste: Ve, y va; y al otro: Ven, y viene; y a mi siervo: Haz esto, y lo hace.
Ved ahora que yo, yo soy, y no hay dioses conmigo; yo hago morir, y yo hago vivir; yo hiero, y yo curo; y no hay quien pueda librar de mi mano.
El SEÑOR mata, y él da vida; él hace descender al sepulcro, y hace subir.