Que se traiga ahora un poco de agua, y lavad vuestros pies; y recostaos debajo de un árbol,
Lucas 7:38 - Biblia Spanish Sagradas Escrituras Y estando detrás a sus pies, comenzó llorando a regar con lágrimas sus pies, y los limpiaba con los cabellos de su cabeza; y besaba sus pies, y los ungía con el ungüento. Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 y estando detrás de él a sus pies, llorando, comenzó a regar con lágrimas sus pies, y los enjugaba con sus cabellos; y besaba sus pies, y los ungía con el perfume. Biblia Nueva Traducción Viviente Llorando, se arrodilló detrás de él a sus pies. Sus lágrimas cayeron sobre los pies de Jesús, y ella los secó con sus cabellos. No cesaba de besarle los pies y les ponía perfume. Biblia Católica (Latinoamericana) y se puso a llorar. Sus lágrimas empezaron a regar los pies de Jesús y ella trató de secarlos con su cabello. Luego le besaba los pies y derramaba sobre ellos el perfume. La Biblia Textual 3a Edicion y situándose detrás, llorando a sus pies, comenzó a regar sus pies con las lágrimas y los secaba con los cabellos de su cabeza, y besaba fervientemente sus pies y los ungía con el perfume.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 y, poniéndose detrás de él, a sus pies, y llorando, comenzó a bañárselos con lágrimas y con sus propios cabellos se los iba secando; luego los besaba y los ungía con el perfume. Biblia Reina Valera Gómez (2023) y estando detrás de Él a sus pies, llorando, comenzó a regar sus pies con lágrimas, y los enjugaba con los cabellos de su cabeza; y besaba sus pies, y los ungía con el perfume. |
Que se traiga ahora un poco de agua, y lavad vuestros pies; y recostaos debajo de un árbol,
Y orando Esdras y confesando, llorando y postrándose delante de la casa de Dios, se juntó a él una muy grande multitud de Israel, hombres y mujeres y niños; y lloraba el pueblo con gran llanto.
Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios.
En todo tiempo serán blancos tus vestidos, y nunca faltará ungüento sobre tu cabeza.
Por el olor de tus suaves ungüentos (Ungüento derramado es tu nombre), por eso las doncellas te amaron.
Y fuiste al rey con ungüento, y multiplicaste tus perfumes, y enviaste tus embajadores lejos, y te abatiste hasta lo profundo.
A ordenar en Sion a los enlutados, para darles gloria en lugar de ceniza, óleo de gozo en lugar del luto, manto de alegría en lugar del espíritu angustiado; y serán llamados árboles de justicia, plantío del SEÑOR, para gloria suya.
Irán con lloro, mas con misericordias los haré volver, y los haré andar junto a arroyos de aguas, por camino derecho en el cual no tropezarán; porque seré a Israel por Padre, y Efraín será mi primogénito.
Por eso pues, ahora, dice el SEÑOR, convertíos a mí con todo vuestro corazón, con ayuno y lloro y llanto.
Y derramaré sobre la Casa de David, y sobre los moradores de Jerusalén, Espíritu de gracia y de oración; y mirarán a mí, a quien traspasaron, y harán llanto sobre él, como llanto sobre unigénito, afligiéndose sobre él como quien se aflige sobre primogénito.
Bienaventurados los que lloran (enlutados) , porque ellos recibirán consolación.
Bienaventurados los que ahora tenéis hambre; porque seréis saciados. Bienaventurados los que ahora lloráis, porque reiréis.
Y he aquí una mujer que había sido pecadora en la ciudad, cuando entendió que estaba a la mesa en casa de aquel fariseo, trajo un alabastro de ungüento,
Y como vio esto el fariseo que le había convidado, habló entre sí, diciendo: Este, si fuera profeta, conocería quién y cuál es la mujer que le toca, que es pecadora.
(Y María, cuyo hermano Lázaro estaba enfermo, fue la que ungió al Señor con ungüento, y limpió sus pies con sus cabellos)
Afligíos, y lamentad, y llorad. Vuestra risa se convierta en lloro, y vuestro gozo en tristeza.