Y Mefi-boset dijo al rey: Y aun tómelas él todas, pues que mi señor el rey ha vuelto en paz a su casa.
Lucas 6:29 - Biblia Spanish Sagradas Escrituras Y al que te hiriere en la mejilla, dale también la otra; y al que te quitare la capa, ni aun el sayo le defiendas. Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 Al que te hiera en una mejilla, preséntale también la otra; y al que te quite la capa, ni aun la túnica le niegues. Biblia Nueva Traducción Viviente Si alguien te da una bofetada en una mejilla, ofrécele también la otra mejilla. Si alguien te exige el abrigo, ofrécele también la camisa. Biblia Católica (Latinoamericana) Al que te golpea en una mejilla, preséntale también la otra. Al que te arrebata el manto, entrégale también el vestido. La Biblia Textual 3a Edicion Al que te hiere en la mejilla, preséntale también la otra, y al que te quita el manto, no le impidas tomar° también la túnica. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Al que te pegue en una mejilla, preséntale también la otra; y a quien intenta quitarte el manto, no le impidas llevarse también la túnica. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y al que te hiera en una mejilla, dale también la otra; y al que te quite la capa, no le impidas llevar aun la túnica. |
Y Mefi-boset dijo al rey: Y aun tómelas él todas, pues que mi señor el rey ha vuelto en paz a su casa.
Entonces Sedequías hijo de Quenaana se llegó a él, e hirió a Micaías en la mejilla, y dijo: ¿Por qué camino se apartó de mí el espíritu del SEÑOR para hablarte a ti?
Di mi cuerpo a los heridores; y mis mejillas a los peladores; no escondí mi rostro de las injurias y esputos.
Ahora serás cercada de ejércitos, oh hija de ejército; se pondrá cerco sobre nosotros; con vara herirán sobre la quijada al juez de Israel.
Entonces le escupieron en su rostro, y le dieron de bofetadas; y otros le herían con las varas,
y cubriéndole, herían su rostro, y le preguntaban, diciendo: Profetiza quién es el que te hirió.
Y a cualquiera que te pidiere, da; y al que tomare lo que es tuyo, no pidas que te lo devuelva.
Y como él hubo dicho esto, uno de los criados que estaba allí, dio una bofetada a Jesús, diciendo: ¿Así respondes al sumo sacerdote?
El príncipe de los sacerdotes, Ananías, mandó entonces a los que estaban delante de él, que le hiriesen en la boca.
Hasta esta hora hambrientos, y tenemos sed, y estamos desnudos, y somos heridos de golpes, y andamos vagabundos;
Así que, por cierto es ya una falta en vosotros que tengáis pleitos entre vosotros mismos. ¿Por qué no soportáis antes la injuria? ¿Por qué no soportáis antes la calumnia?
porque toleráis si alguno os pone en servidumbre, si alguno os devora, si alguno toma, si alguno se ensalza, si alguno os hiere en la cara.
Porque de mis prisiones también os resentisteis conmigo, y el robo de vuestros bienes padecisteis con gozo, conociendo que tenéis en vosotros una mejor sustancia en los cielos, y que permanece.