Di mi cuerpo a los heridores; y mis mejillas a los peladores; no escondí mi rostro de las injurias y esputos.
Lucas 24:46 - Biblia Spanish Sagradas Escrituras y les dijo: Así está escrito, y así fue necesario que el Cristo padeciese, y resucitase de los muertos al tercer día; Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 y les dijo: Así está escrito, y así fue necesario que el Cristo padeciese, y resucitase de los muertos al tercer día; Biblia Nueva Traducción Viviente y dijo: «Efectivamente, se escribió hace mucho tiempo que el Mesías debería sufrir, morir y resucitar al tercer día. Biblia Católica (Latinoamericana) Les dijo: 'Todo esto estaba escrito: los padecimientos del Mesías y su resurrección de entre los muertos al tercer día. La Biblia Textual 3a Edicion y les dijo: Así está escrito,° que el Mesías padecería° y se levantaría° de entre los muertos al tercer día,° Biblia Serafín de Ausejo 1975 y les dijo: 'Así está escrito: que el Cristo tenía que padecer; que al tercer día había de resucitar de entre los muertos, Biblia Reina Valera Gómez (2023) y les dijo: Así está escrito, y así fue necesario que el Cristo padeciese, y resucitase de los muertos al tercer día; |
Di mi cuerpo a los heridores; y mis mejillas a los peladores; no escondí mi rostro de las injurias y esputos.
A la verdad el Hijo del hombre va, como está escrito de él, mas ¡ay de aquel hombre por quien el Hijo del hombre es entregado! Bueno le fuera al tal hombre no haber nacido.
Y les dijo: Estas son las palabras que os hablé, estando aún con vosotros: que era necesario que se cumpliesen todas las cosas que están escritas de mí en la ley de Moisés, y en los profetas, y en los salmos.
diciendo: Es necesario que el Hijo del hombre sea entregado en manos de hombres pecadores, y que sea colgado en un madero, y resucite al tercer día.
Porque aún no sabían la Escritura: Que era necesario que él resucitase de los muertos.
declarando abiertamente y proponiendo, que convenía que el Cristo padeciese, y resucitase de los muertos; y que éste Jesús, el cual yo os anuncio, es el Cristo.
Y en ningún otro hay salud; porque no hay otro nombre debajo del cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.
Alabado sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesús, el Cristo, que según su grande misericordia nos ha engendrado de nuevo en esperanza viva, por la resurrección de Jesús, el Cristo, de los muertos: