Online nga Bibliya

Mga paanunsiyo


Ang tibuok bibliya Daang Tugon Bag-ong Tugon




Lucas 23:28 - Biblia Spanish Sagradas Escrituras

Mas Jesús, vuelto a ellas, les dijo: Hijas de Jerusalén, no me lloréis a mí, mas llorad por vosotras mismas, y por vuestros hijos.

Tan-awa ang kapitulo
Ipakita Interlinear Bible

Dugang nga mga bersyon

Biblia Reina Valera 1960

Pero Jesús, vuelto hacia ellas, les dijo: Hijas de Jerusalén, no lloréis por mí, sino llorad por vosotras mismas y por vuestros hijos.

Tan-awa ang kapitulo

Biblia Nueva Traducción Viviente

Entonces Jesús se dio la vuelta y les dijo: «Hijas de Jerusalén, no lloren por mí; lloren más bien por ustedes y por sus hijos.

Tan-awa ang kapitulo

Biblia Católica (Latinoamericana)

Jesús, volviéndose hacia ellas, les dijo: 'Hijas de Jerusalén, no lloren por mí. Lloren más bien por ustedes mismas y por sus hijos.

Tan-awa ang kapitulo

La Biblia Textual 3a Edicion

Pero Jesús, volviéndose a ellas, dijo: Hijas de Jerusalem, no lloréis por mí, llorad por vosotras mismas y por vuestros hijos;

Tan-awa ang kapitulo

Biblia Serafín de Ausejo 1975

Volviéndose hacia ellas, Jesús les dijo: 'Hijas de Jerusalén, no lloréis por mí; llorad, más bien, por vosotras y por vuestros hijos.

Tan-awa ang kapitulo

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Mas Jesús, volviéndose a ellas, les dijo: Hijas de Jerusalén, no lloréis por mí, sino llorad por vosotras mismas y por vuestros hijos.

Tan-awa ang kapitulo
Ubang mga hubad



Lucas 23:28
10 Cross References  

Morena soy, oh hijas de Jerusalén, mas codiciable; como las cabañas de Cedar, como las tiendas de Salomón.


Yo os conjuro, oh doncellas de Jerusalén, por las gamas y por las ciervas del campo, que no despertéis ni hagáis velar al amor hasta que él quiera.


Sus columnas hizo de plata, su solado de oro, su cielo de grana, su interior enlosado de amor, por las doncellas de Jerusalén.


Yo os conjuro, oh doncellas de Jerusalén, por las gamas y por las ciervas del campo, que no despertéis ni hagáis velar al amor, hasta que él quiera.


Su paladar, dulcísimo: y todo él codiciable. Tal es mi amado, tal es mi compañero, oh doncellas de Jerusalén.


Yo os conjuro, oh doncellas de Jerusalén, si hallareis a mi amado, que le hagáis saber cómo de amor estoy enferma.


Os conjuro, oh doncellas de Jerusalén, que no despertéis, ni hagáis velar al amor, hasta que él quiera.


Y le seguía una grande multitud del pueblo, y de mujeres, las cuales le lloraban y lamentaban.


Porque he aquí vendrán días en que dirán: Bienaventuradas las estériles, y los vientres que no engendraron, y los pechos que no criaron.


He aquí que viene con las nubes, y todo ojo le verá, y los que le traspasaron; y todos los linajes de la tierra se lamentarán sobre él. Así sea. Amén.