Porque he aquí, los que se alejan de ti perecerán; tú cortas a todo aquel que fornica de ti.
Lucas 15:13 - Biblia Spanish Sagradas Escrituras Y no muchos días después, juntándolo todo el hijo menor, partió lejos a una provincia apartada; y allí desperdició su hacienda viviendo perdidamente. Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 No muchos días después, juntándolo todo el hijo menor, se fue lejos a una provincia apartada; y allí desperdició sus bienes viviendo perdidamente. Biblia Nueva Traducción Viviente »Pocos días después, el hijo menor empacó sus pertenencias y se mudó a una tierra distante, donde derrochó todo su dinero en una vida desenfrenada. Biblia Católica (Latinoamericana) El hijo menor juntó todos sus haberes, y unos días después se fue a un país lejano. Allí malgastó su dinero llevando una vida desordenada. La Biblia Textual 3a Edicion Después de no muchos días, el hijo menor, recogiendo todo, partió hacia un país lejano, y allí malgastó su hacienda viviendo perdidamente. Biblia Serafín de Ausejo 1975 No muchos días después, el hijo más joven lo reunió todo, se fue a un país lejano y allí despilfarró su hacienda, llevando una vida licenciosa. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y no muchos días después, juntándolo todo el hijo menor, partió lejos a una provincia apartada; y allí desperdició sus bienes viviendo perdidamente. |
Porque he aquí, los que se alejan de ti perecerán; tú cortas a todo aquel que fornica de ti.
También el que es negligente en su obra es hermano del gran desolador.
Hombre necesitado será el que ama el deleite; y el que ama el vino y el ungüento no enriquecerá.
Tesoro codiciable y aceite hay en la casa del sabio; mas el hombre loco lo disipará.
Como el ave se va de su nido, así es el hombre que se va de su lugar.
El que guarda la ley es hijo prudente; mas el que es compañero de glotones, avergüenza a su padre.
El hombre que ama la sabiduría, alegra a su padre; mas el que mantiene rameras, perderá la hacienda.
porque a causa de la mujer ramera es reducido el hombre a un bocado de pan; y la mujer caza la preciosa alma del varón.
¡Oh gente pecadora, pueblo cargado de maldad, generación de malignos, hijos corruptos! Dejaron al SEÑOR, provocaron a ira al Santo de Israel; se tornaron atrás.
Y he aquí gozo y alegría, matando vacas, y degollando ovejas, comer carne y beber vino, deciendo : Comamos y bebamos, que mañana moriremos.
Dejad el camino, apartaos de la senda, haced apartar de nuestra presencia al Santo de Israel.
Venid, dicen , tomaré vino, embriaguémonos de sidra; y será el día de mañana como éste, o mucho más excelente.
Porque dos males ha hecho mi pueblo: me dejaron a mí, fuente de agua viva, por cavar para sí cisternas, cisternas rotas que no detienen aguas.
¡Oh generación! Ved vosotros la palabra del SEÑOR. ¿He sido yo soledad a Israel, o tierra de tinieblas? ¿Por qué ha dicho mi pueblo: Señores somos; nunca más vendremos a ti?
Así dijo el SEÑOR: ¿Qué maldad hallaron en mí vuestros padres, que se alejaron de mí, y se fueron tras la vanidad, y se tornaron vanos?
Pueblo mío, ¿qué te he hecho, o en qué te he molestado? Responde contra mí.
y el menor de ellos dijo a su padre: Padre, dame la parte de la hacienda que me pertenece; y les repartió su sustento.
Y cuando todo lo hubo malgastado, vino una gran hambre en aquella provincia, y le comenzó a faltar.
Mas cuando vino éste tu hijo, que ha consumido tu sustento con rameras, has matado para él el becerro grueso.
Y dijo también a sus discípulos: Había un hombre rico, el cual tenía un mayordomo, y éste fue acusado delante de él como disipador de sus bienes.
Había un hombre rico, que se vestía de púrpura y de lino fino, y hacía cada día banquete con esplendidez.
Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido hechos cercanos por la sangre del Cristo.
Y vino, y anunció la paz a vosotros que estabais lejos, y a los que estaban cerca;
Recibiendo el galardón de su injusticia, ya que estiman por delicia poder gozar de deleites cada día. Estos son suciedades y manchas, los cuales comiendo con vosotros, juntamente se recrean en sus engaños;