¿A quién tengo que hablar y amonestar, para que oigan? He aquí que sus orejas son incircuncisas, y no pueden escuchar. He aquí que la palabra del SEÑOR les es cosa vergonzosa; no la aman.
Lucas 14:18 - Biblia Spanish Sagradas Escrituras Y comenzaron todos a una a excusarse. El primero le dijo: He comprado una hacienda, y necesito salir y verla; te ruego que me des por excusado. Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 Y todos a una comenzaron a excusarse. El primero dijo: He comprado una hacienda, y necesito ir a verla; te ruego que me excuses. Biblia Nueva Traducción Viviente pero todos comenzaron a poner excusas. Uno dijo: “Acabo de comprar un campo y debo ir a inspeccionarlo. Por favor, discúlpame”. Biblia Católica (Latinoamericana) Pero todos por igual comenzaron a disculparse. El primero dijo: 'Acabo de comprar un campo y tengo que ir a verlo; te ruego que me disculpes. La Biblia Textual 3a Edicion Pero todos por igual comenzaron a excusarse. El primero le dijo: Compré un campo y necesito salir° a verlo,° te ruego me disculpes.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pero todos, sin excepción, comenzaron a excusarse. El primero le dijo: 'He comprado un campo, y necesariamente tengo que ir a verlo; te ruego que me disculpes'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y comenzaron todos a una a excusarse. El primero le dijo: He comprado una hacienda, y necesito ir a verla; te ruego que me excuses. |
¿A quién tengo que hablar y amonestar, para que oigan? He aquí que sus orejas son incircuncisas, y no pueden escuchar. He aquí que la palabra del SEÑOR les es cosa vergonzosa; no la aman.
Y a la hora de la cena envió a su siervo a decir a los llamados: Venid, que ya está todo aparejado.
Y el otro dijo: He comprado cinco yuntas de bueyes, y voy a probarlos; te ruego que me des por excusado.
Y viendo Jesús que se había entristecido mucho, dijo: ¡Cuán dificultosamente entrarán en el Reino de Dios los que tienen riquezas!
Y la que cayó entre las espinas, éstos son los que oyeron; mas yéndose, son ahogados de los cuidados y de las riquezas y de los pasatiempos de la vida, y no llevan fruto a perfección.
Aunque yo tengo también de qué confiar en la carne. Si alguno parece que tiene de qué confiar en la carne, yo más que nadie .
porque Demas me ha desamparado, amando este siglo, y se ha ido a Tesalónica; Crescente a Galacia, Tito a Dalmacia.
Que ninguno sea fornicario o profano, como Esaú, que por una vianda vendió su primogenitura.