y perdonarás a tu pueblo que había pecado contra ti, y todas sus rebeliones con que se habrán rebelado contra ti; y harás que hagan con ellos misericordia los que los hubieren llevado cautivos;
Lucas 10:33 - Biblia Spanish Sagradas Escrituras Y un samaritano que transitaba, viniendo cerca de él, y viéndole, fue movido a misericordia; Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 Pero un samaritano, que iba de camino, vino cerca de él, y viéndole, fue movido a misericordia; Biblia Nueva Traducción Viviente »Entonces pasó un samaritano despreciado y, cuando vio al hombre, sintió compasión por él. Biblia Católica (Latinoamericana) Un samaritano también pasó por aquel camino y lo vio; pero éste se compadeció de él. La Biblia Textual 3a Edicion Pero un samaritano que iba de camino, se acercó a él, y al verlo, fue movido a compasión; Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pero un samaritano que iba de camino llegó hasta él y, al verlo, se compadeció, Biblia Reina Valera Gómez (2023) Pero un samaritano, que iba de camino, vino adonde él estaba, y cuando lo vio, tuvo compasión de él; |
y perdonarás a tu pueblo que había pecado contra ti, y todas sus rebeliones con que se habrán rebelado contra ti; y harás que hagan con ellos misericordia los que los hubieren llevado cautivos;
Y cuando la abrió, vio al niño; y he aquí que el niño lloraba. Y teniendo compasión de él, dijo: De los niños de los hebreos es éste.
No dejes a tu amigo, ni al amigo de tu padre; ni entres en casa de tu hermano el día de tu aflicción. Mejor es el vecino cerca que el hermano lejano.
A estos doce envió Jesús, a los cuales dio mandamiento, diciendo: Por el camino de los gentiles no iréis, y en ciudad de samaritanos no entréis;
¿No te convenía también a ti tener misericordia de tu consiervo, como también yo tuve misericordia de ti?
Y asimismo un levita, llegando cerca de aquel lugar, y viéndole, pasó de lado.
y llegándose, vendó sus heridas, echándoles aceite y vino; y poniéndole sobre su cabalgadura, le llevó a un mesón, y lo curó.
Y cuando el Señor la vio, se compadeció de ella, y le dijo: No llores.
Y la mujer samaritana le dice: ¿Cómo tú, siendo judío, me pides a mí de beber, que soy mujer samaritana? Porque los judíos no se tratan con los samaritanos.
Respondieron entonces los judíos, y le dijeron: ¿No decimos bien nosotros, que tú eres samaritano, y tienes demonio?