Levítico 19:33 - Biblia Spanish Sagradas Escrituras Y cuando el extranjero morare contigo en vuestra tierra, no le oprimiréis. Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 Cuando el extranjero morare con vosotros en vuestra tierra, no le oprimiréis. Biblia Nueva Traducción Viviente »No te aproveches de los extranjeros que viven entre ustedes en la tierra. Biblia Católica (Latinoamericana) Cuando un forastero viva junto a ti, en tu tierra, no lo molestes. La Biblia Textual 3a Edicion Cuando algún extranjero habite contigo en vuestra tierra, no lo oprimiréis. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Si un extranjero se establece entre vosotros, en vuestra tierra, no lo molestaréis. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y cuando el extranjero morare contigo en vuestra tierra, no le oprimiréis. |
Y al extranjero no engañarás, ni angustiarás, porque extranjeros fuisteis vosotros en la tierra de Egipto.
Y no angustiarás al extranjero; pues vosotros sabéis cómo se halla el alma del extranjero, ya que extranjeros fuisteis en la tierra de Egipto.
ni oprimiereis al peregrino, al huérfano, y a la viuda, ni en este lugar derramareis la sangre inocente, ni anduviereis en pos de dioses ajenos para mal vuestro;
El pueblo de la tierra usaba de opresión, y cometía robo, y al pobre y menesteroso hacían violencia, y al extranjero oprimían sin derecho.
Al padre y a la madre despreciaron en ti; al extranjero trataron con calumnia en medio de ti; al huérfano y a la viuda despojaron en ti.
Y vendré a vosotros para juicio; y seré pronto testigo contra los hechiceros y adúlteros; y contra los que juran mentira, y los que detienen el salario del jornalero, de la viuda, y del huérfano, y los que hacen agravio al extranjero, no teniendo temor de mí, dijo el SEÑOR de los ejércitos.
No hagas violencia al jornalero pobre y menesteroso, así de tus hermanos como de tus extranjeros que están en tu tierra en tus ciudades.
No torcerás el derecho del extranjero ni del huérfano; ni tomarás por prenda la ropa de la viuda;
mas acuérdate que fuiste siervo en Egipto, y de allí te rescató el SEÑOR tu Dios; por tanto, yo te mando que hagas esto.
Maldito el que torciere el derecho del extranjero, del huérfano, y de la viuda. Y dirá todo el pueblo: Amén.