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Jueces 5:5 - Biblia Spanish Sagradas Escrituras

Los montes se derritieron delante del SEÑOR, aquel Sinaí, delante del SEÑOR Dios de Israel.

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Dugang nga mga bersyon

Biblia Reina Valera 1960

Los montes temblaron delante de Jehová, Aquel Sinaí, delante de Jehová Dios de Israel.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

Las montañas temblaron ante la presencia del Señor, Dios del monte Sinaí, ante la presencia del Señor, Dios de Israel.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

Los montes se estremecieron al paso de Yavé, al paso de Yavé, el Dios de Israel.

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La Biblia Textual 3a Edicion

Temblaron los montes delante de YHVH, Aquel mismo Sinay, ante la presencia de YHVH, Dios de Israel.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

Derritiéronse los montes delante de Yahveh, delante de Yahveh, Dios de Israel.

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Biblia Reina Valera Gómez (2023)

Las montañas se derritieron delante de Jehová, aun aquel Sinaí, delante de Jehová, el Dios de Israel.

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Jueces 5:5
14 Cross References  

el cual mira a la tierra, y ella tiembla; toca en los montes, y humean.


Los montes saltaron como carneros, los collados como corderitos.


la tierra tembló; también destilaron los cielos su lluvia ante la presencia de Dios; aquel Sinaí tembló delante de Dios, del Dios de Israel.


Abundante lluvia esparciste, oh Dios, a tu heredad; y cuando se cansó, tú la recreaste.


Los montes se derritieron como cera delante del SEÑOR, delante del Señor de toda la tierra.


Y todo el monte de Sinaí humeaba, porque el SEÑOR había descendido sobre él en fuego; y el humo de él subía como el humo de un horno, y todo el monte se estremeció en gran manera.


Todo el pueblo consideraba las voces, y las llamas, y el sonido de la trompeta, y el monte que humeaba; y viéndolo el pueblo, temblaron, y se pusieron de lejos.


Hemos sido como aquellos de quienes nunca te enseñoreaste, sobre los cuales nunca fue llamado tu nombre.


Los montes tiemblan de él, y los collados se deslíen; y la tierra se abrasa delante de su presencia, y el mundo, y todos los que en él habitan.


Te vieron, y tuvieron temor los montes; pasó la inundación de las aguas; el abismo dio su voz, la hondura alzó sus manos.


Porque no os habéis llegado al monte que se podía tocar, y al fuego encendido, y al turbión, y a la oscuridad, y a la tempestad,