que dijeron: Por nuestra lengua prevaleceremos; nuestros labios están con nosotros, ¿quién nos es señor?
Jueces 21:25 - Biblia Spanish Sagradas Escrituras En estos días no había rey en Israel: cada uno hacía lo que le parecía recto delante de sus ojos. Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 En estos días no había rey en Israel; cada uno hacía lo que bien le parecía. Biblia Nueva Traducción Viviente En esos días, Israel no tenía rey; cada uno hacía lo que le parecía correcto según su propio criterio. Biblia Católica (Latinoamericana) En ese tiempo no había rey en Israel y cada uno hacía lo que se le antojaba. La Biblia Textual 3a Edicion En aquellos días no había rey en Israel. Cada uno hacía lo que bien le parecía.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Por aquellos días no había rey en Israel, y cada uno hacía lo que bien le parecía. Biblia Reina Valera Gómez (2023) En estos días no había rey en Israel; cada uno hacía lo que le parecía recto ante sus propios ojos. |
que dijeron: Por nuestra lengua prevaleceremos; nuestros labios están con nosotros, ¿quién nos es señor?
Hay camino que al hombre parece derecho; pero su fin son caminos de muerte.
Fíate del SEÑOR de todo tu corazón, y no estribes en tu propia prudencia.
Alégrate, joven, en tu juventud, y tome placer tu corazón en los días de tu juventud; y anda en los caminos de tu corazón, y en la vista de tus ojos; pero sabe, que sobre todas estas cosas te traerá Dios a juicio.
Todos nosotros nos perdimos, como ovejas; cada cual se apartó por su camino; mas el SEÑOR traspuso en él el pecado de todos nosotros.
El que sacrifica buey, como si matase un hombre; el que sacrifica oveja, como si degollase un perro; el que ofrece presente, como si ofreciese sangre de puerco; el que ofrece perfume, como si bendijese la iniquidad. Y pues escogieron sus caminos, y su alma amó sus abominaciones.
No haréis como todo lo que nosotros hacemos aquí ahora, cada uno lo que bien le parece,
En estos días no había rey en Israel; cada uno hacía como mejor le parecía.
En aquellos días no había rey en Israel. Y en aquellos días la tribu de Dan buscaba posesión para sí donde morase, porque hasta entonces no le había caído su suerte entre las tribus de Israel por heredad.
Entonces aquellos cinco hombres partieron, y vinieron a Lais; y vieron que el pueblo que habitaba en ella estaba seguro, ocioso y confiado, conforme a la costumbre de los de Sidón; no había nadie en aquella región que los perturbase en cosa alguna para poseer aquel reino; además de esto, estaban lejos de los sidonios, y no tenían negocios con nadie.
En aquellos días, cuando no había rey en Israel, hubo un levita que moraba como peregrino en los lados del monte de Efraín, el cual se había tomado mujer concubina de Belén de Judá.
Entonces los hijos de Israel se fueron también de allí, cada uno a su tribu y a su familia, saliendo de allí cada uno a su heredad.