Y la gloria del SEÑOR se salió de sobre el umbral de la Casa, y paró sobre los querubines.
Jueces 19:27 - Biblia Spanish Sagradas Escrituras Y levantándose de mañana su señor, abrió las puertas de la casa, y salió para ir su camino, y he aquí, la mujer su concubina estaba tendida delante de la puerta de la casa, con las manos sobre el umbral. Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 Y se levantó por la mañana su señor, y abrió las puertas de la casa, y salió para seguir su camino; y he aquí la mujer su concubina estaba tendida delante de la puerta de la casa, con las manos sobre el umbral. Biblia Nueva Traducción Viviente Cuando su esposo abrió la puerta para salir, allí encontró a su concubina, tirada, con las manos en el umbral. Biblia Católica (Latinoamericana) Se levantó entonces su marido, abrió la puerta de la casa y salió para continuar su viaje. Su concubina estaba tirada frente a la puerta de la casa con las manos en el escalón. La Biblia Textual 3a Edicion Al levantarse su señor por la mañana, abrió las puertas de la casa y salió para proseguir su camino, y he aquí que su concubina estaba tendida a la puerta de la casa, con sus manos en el umbral. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Su marido se levantó de mañana, abrió las puertas de la casa y salió para proseguir su viaje. Entonces vio que la mujer, su concubina, yacía a la puerta de la casa, con las manos sobre el umbral. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y levantándose de mañana su señor, abrió las puertas de la casa y salió para seguir su camino, y he aquí, la mujer su concubina estaba tendida delante de la puerta de la casa, con las manos sobre el umbral. |
Y la gloria del SEÑOR se salió de sobre el umbral de la Casa, y paró sobre los querubines.
Y la gloria del SEÑOR se había levantado del querubín al umbral de la puerta; y la Casa fue llena de la nube, y el atrio se llenó del resplandor de la gloria del SEÑOR.
Y antes que fuese de día la mujer vino, y cayó delante de la puerta de la casa de aquel hombre donde su señor estaba, hasta que fue de día.
Y él le dijo: Levántate, y vámonos. Mas ella no respondió. Entonces la levantó el varón, y echándola sobre su asno, se levantó y se fue a su lugar.