Y él le dijo: Ve la paz de tus hermanos y la paz de las ovejas, y tráeme la respuesta. Y lo envió del valle de Hebrón, y llegó a Siquem.
Jueces 18:15 - Biblia Spanish Sagradas Escrituras Y llegándose allá, vinieron a la casa del joven levita en casa de Micaía, y le preguntaron cómo estaba. Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 Cuando llegaron allá, vinieron a la casa del joven levita, en casa de Micaía, y le preguntaron cómo estaba. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces los cinco hombres se desviaron del camino y fueron hasta la casa de Micaía, donde vivía el joven levita, y lo saludaron amablemente. Biblia Católica (Latinoamericana) Dieron una vuelta y entraron en la casa de Micá. Allí estaba el joven levita a quien saludaron. La Biblia Textual 3a Edicion Y se desviaron hacia allá, y entrando en la casa del joven levita, en casa de Micah, le saludaron pacíficamente. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Dirigiéronse allá, llegaron a la casa del joven levita, a la casa de Micá, y le dieron el saludo de paz. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y llegándose allá, vinieron a la casa del joven levita en casa de Micaía, y le preguntaron cómo estaba. |
Y él le dijo: Ve la paz de tus hermanos y la paz de las ovejas, y tráeme la respuesta. Y lo envió del valle de Hebrón, y llegó a Siquem.
Entonces les preguntó de la paz, y dijo: ¿Vuestro padre, el anciano que dijisteis, tiene paz? ¿Vive todavía? 4
Te ruego que vayas ahora corriendo a recibirla, y dile: ¿Tienes paz? ¿Y tu marido, y tu hijo? Y ella dijo: Paz.
La paz os dejo, mi paz os doy; no como el mundo la da, yo os la doy. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.
Entonces aquellos cinco hombres que habían ido a reconocer la tierra de Lais, dijeron a sus hermanos: ¿No sabéis como en estas casas hay efod y terafines, e imagen de talla y de fundición? Mirad, pues, lo que habéis de hacer.
Y los seiscientos hombres, que eran de los hijos de Dan, estaban armados de sus armas de guerra a la entrada de la puerta.
Llevarás asimismo estos diez quesos de leche al capitán de los mil, y cuida de ver si tus hermanos están buenos, y toma prendas de ellos.
Y David dejó de sobre sí la carga en mano del que guardaba el bagaje, y corrió al escuadrón; y cuando llegó, preguntaba por sus hermanos, si estaban buenos.