Y dijo: Poco es que tú me seas siervo para despertar las tribus de Jacob, y para que restituyas los asolamientos de Israel; también te di por luz de los gentiles, para que seas mi salud hasta lo postrero de la tierra.
Juan 9:5 - Biblia Spanish Sagradas Escrituras Entre tanto que estuviere en el mundo, luz soy del mundo. Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 Entre tanto que estoy en el mundo, luz soy del mundo. Biblia Nueva Traducción Viviente pero mientras estoy aquí en el mundo, yo soy la luz del mundo. Biblia Católica (Latinoamericana) Mientras estoy en el mundo, soy la luz del mundo. La Biblia Textual 3a Edicion mientras esté en el mundo, soy luz del mundo.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Mientras estoy en el mundo, soy luz del mundo'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entre tanto que estoy en el mundo, yo soy la luz del mundo. |
Y dijo: Poco es que tú me seas siervo para despertar las tribus de Jacob, y para que restituyas los asolamientos de Israel; también te di por luz de los gentiles, para que seas mi salud hasta lo postrero de la tierra.
Mas a vosotros los que teméis mi Nombre, nacerá el Sol de justicia, y en sus alas traerá salud; y saldréis, y saltaréis como becerros de la manada.
el pueblo asentado en tinieblas, vio gran luz; y a los asentados en región de sombra de muerte, luz les esclareció.
Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder.
lumbre para ser revelada a los gentiles, y la gloria de tu pueblo Israel.
Yo, la Luz, he venido al mundo, para que todo aquel que cree en mí no permanezca en tinieblas.
Y les habló Jesús otra vez, diciendo: YO SOY la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, mas tendrá la luz de la vida.
Porque así nos mandó el Señor, diciendo : Te he puesto para luz de los gentiles, para que seas por salud hasta lo postrero de la tierra.
para que abras sus ojos, para que se conviertan de las tinieblas a la luz, y de la potestad de Satanás a Dios; para que reciban, por la fe que es en mí, remisión de pecados y herencia entre los santificados.
Que el Cristo había de padecer, que había de ser el primero de la resurrección de los muertos, que había de anunciar luz a este pueblo y a los gentiles.
Por lo cual dice: Despiértate, tú que duermes, y levántate de los muertos, y te alumbrará el Cristo.
Y la Ciudad no tenía necesidad de sol, ni de luna, para que resplandezcan en ella; porque la claridad de Dios la ha alumbrado, y el Cordero es su lámpara.