Entonces salió Lot, y habló a sus yernos, los que habían de tomar sus hijas, y les dijo: Levantaos, salid de este lugar; porque el SEÑOR va a destruir esta ciudad. Mas fue tenido como burlador en ojos de sus yernos.
Juan 9:18 - Biblia Spanish Sagradas Escrituras Mas los judíos no creían de él, que había sido ciego, y hubiese recibido la vista, hasta que llamaron a los padres del que había recibido la vista; Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 Pero los judíos no creían que él había sido ciego, y que había recibido la vista, hasta que llamaron a los padres del que había recibido la vista, Biblia Nueva Traducción Viviente Aun así los líderes judíos se negaban a creer que el hombre había sido ciego y ahora podía ver, así que llamaron a sus padres. Biblia Católica (Latinoamericana) Los judíos no quisieron creer que antes era ciego y que había recobrado la vista, hasta que no llamaran a sus padres. La Biblia Textual 3a Edicion Pero los judíos no creyeron acerca de él, que había sido ciego y había recibido la vista,° hasta que, llamando a los padres del que había recibido la vista,° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Los judíos se negaban a creer que este hombre había sido ciego y que había obtenido la vista, hasta que llamaron a sus padres Biblia Reina Valera Gómez (2023) Pero los judíos no creían de que él había sido ciego, y que había recibido la vista, hasta que llamaron a los padres del que había recibido la vista, |
Entonces salió Lot, y habló a sus yernos, los que habían de tomar sus hijas, y les dijo: Levantaos, salid de este lugar; porque el SEÑOR va a destruir esta ciudad. Mas fue tenido como burlador en ojos de sus yernos.
SEÑOR, cuando se levante tu mano, no verán; verán al cabo, y se avergonzarán con celo del pueblo. Y a tus enemigos fuego los consumirá.
¿Quién creerá a nuestro dicho? ¿Y sobre quién será manifestado el brazo del SEÑOR?
Mas él le dijo: Si no oyen a Moisés y a los profetas, tampoco se persuadirán, si alguno se levantare de los muertos.
Y éste es el testimonio de Juan, cuando los judíos enviaron de Jerusalén sacerdotes y levitas, que le preguntasen: ¿Tú, quién eres?
¿Cómo podéis vosotros creer, pues tomáis la gloria los unos de los otros? Y no buscáis la gloria que de sólo Dios es.
y les preguntaron, diciendo: ¿Es éste vuestro hijo, el que vosotros decís que nació ciego? ¿Cómo, pues, ve ahora?
Esto dijeron sus padres, porque tenían miedo de los judíos; porque ya los judíos habían conspirado, que si alguno confesase ser él el Cristo, fuera expulsado de la sinagoga.
Apresurémonos, pues, de entrar en aquel Reposo, que ninguno caiga en semejante ejemplo de incredulidad.