El SEÑOR celoso por su justicia, magnificará la ley y la engrandecerá.
Juan 8:49 - Biblia Spanish Sagradas Escrituras Respondió Jesús: Yo no tengo demonio, antes honro a mi Padre; y vosotros me habéis deshonrado. Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 Respondió Jesús: Yo no tengo demonio, antes honro a mi Padre; y vosotros me deshonráis. Biblia Nueva Traducción Viviente —No —dijo Jesús—, no tengo ningún demonio. Pues yo honro a mi Padre; en cambio, ustedes me deshonran a mí. Biblia Católica (Latinoamericana) Jesús les dijo: 'Yo no tengo un demonio, pero ustedes me deshonran a mí porque honro a mi Padre. La Biblia Textual 3a Edicion Jesús respondió: Yo no tengo demonio, sino que honro a mi Padre y vosotros me° deshonráis. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Contestó Jesús: 'Yo no estoy endemoniado, sino que honro a mi Padre, mientras que vosotros me quitáis todo honor. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Respondió Jesús: Yo no tengo demonio, antes honro a mi Padre; y vosotros me deshonráis. |
El SEÑOR celoso por su justicia, magnificará la ley y la engrandecerá.
Y oyéndolo Jesús, dijo: Esta enfermedad no es para muerte, sino para gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella.
Padre, clarifica tu Nombre. Entonces vino una voz del cielo: Y lo he clarificado, y lo clarificaré otra vez.
Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, esto haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo.
Yo te he clarificado en la tierra; he acabado la obra que me diste que hiciese.
Respondió el pueblo, y dijo: Demonio tienes; ¿quién te procura matar?
Porque el que me envió, conmigo está; no me ha dejado solo el Padre; porque yo, lo que a él agrada, hago siempre.
Y ellos partieron de delante del concilio, gozosos de que fuesen tenidos por dignos de padecer afrenta por el Nombre de Jesús.
La misma naturaleza ¿no os enseña que al hombre sea deshonesto criar cabello?
se siembra en vergüenza, se levantará con gloria; se siembra en flaqueza, se levantará con potencia;
quien cuando le maldecían no retornaba maldición, y cuando padecía, no amenazaba, sino remitía la causa al que juzga justamente;