Entonces ellas , saliendo del sepulcro con temor y gran gozo, fueron corriendo a dar las nuevas a sus discípulos. Y yendo a dar las nuevas a sus discípulos,
Juan 20:20 - Biblia Spanish Sagradas Escrituras Y habiendo dicho esto, les mostró las manos y el costado. Entonces los discípulos se gozaron viendo al Señor. Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 Y cuando les hubo dicho esto, les mostró las manos y el costado. Y los discípulos se regocijaron viendo al Señor. Biblia Nueva Traducción Viviente Mientras hablaba, les mostró las heridas de sus manos y su costado. ¡Ellos se llenaron de alegría cuando vieron al Señor! Biblia Católica (Latinoamericana) Dicho esto, les mostró las manos y el costado. Los discípulos se alegraron mucho al ver al Señor. La Biblia Textual 3a Edicion Y habiendo dicho esto, les mostró las manos y el costado. Entonces los discípulos, al ver al Señor, se regocijaron. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Y dicho esto, les mostró las manos y el costado. Los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y habiendo dicho esto, les mostró sus manos y su costado. Entonces los discípulos se regocijaron viendo al Señor. |
Entonces ellas , saliendo del sepulcro con temor y gran gozo, fueron corriendo a dar las nuevas a sus discípulos. Y yendo a dar las nuevas a sus discípulos,
De cierto, de cierto os digo, que vosotros lloraréis y lamentaréis, y el mundo se alegrará; pero aunque vosotros estaréis tristes, vuestra tristeza se tornará en gozo.
También, pues, vosotros ahora ciertamente tenéis tristeza; mas otra vez os veré, y se gozará vuestro corazón, y nadie quitará de vosotros vuestro gozo.
pero uno de los soldados le abrió el costado con una lanza, y luego salió sangre y agua.
Le dijeron pues los otros discípulos: Al Señor hemos visto. Y él les dijo: Si no viere en sus manos la señal de los clavos, y metiere mi dedo en el lugar de los clavos, y metiere mi mano en su costado, no creeré.
Luego dice a Tomás: Mete tu dedo aquí, y ve mis manos; y alarga acá tu mano, y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino fiel.
Lo que era desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos mirado bien , y nuestras manos han tocado de la Palabra de vida;