y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que permanece con vosotros para siempre:
Juan 16:26 - Biblia Spanish Sagradas Escrituras En aquel día pediréis en mi nombre; y no os digo, que yo rogaré al Padre por vosotros; Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 En aquel día pediréis en mi nombre; y no os digo que yo rogaré al Padre por vosotros, Biblia Nueva Traducción Viviente Ese día pedirán en mi nombre. No digo que pediré al Padre de parte de ustedes, Biblia Católica (Latinoamericana) Ese día ustedes pedirán en mi Nombre, y no será necesario que yo los recomiende ante el Padre, La Biblia Textual 3a Edicion En aquel día pediréis en mi nombre; y no os digo que Yo rogaré al Padre por vosotros, Biblia Serafín de Ausejo 1975 Aquel día pediréis en mi nombre, y no os digo que yo rogaré al Padre por vosotros, Biblia Reina Valera Gómez (2023) Aquel día pediréis en mi nombre, y no os digo que yo rogaré al Padre por vosotros; |
y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que permanece con vosotros para siempre:
Aquel día vosotros conoceréis que yo soy en mi Padre, y vosotros en mí, y yo en vosotros.
Y conoció Jesús que le querían preguntar, y les dijo: ¿Preguntáis entre vosotros de esto que dije: Aún un poquito, y no me veréis después , y otra vez un poquito, y me veréis?
Y aquel día no me preguntaréis nada. De cierto, de cierto os digo, que todo cuanto pidiereis a mi Padre en mi nombre, os lo dará.
Ahora entendemos que sabes todas las cosas, y no necesitas que nadie te pregunte; en esto creemos que has salido de Dios.
Y por ellos yo me santifico a mí mismo, para que también ellos sean santificados en la verdad.
Padre, aquellos que me has dado, quiero que donde yo estoy, ellos estén también conmigo; para que vean mi claridad que me has dado; por cuanto me has amado desde antes de la constitución del mundo.
Yo ruego por ellos; no ruego por el mundo, sino por los que me diste; porque tuyos son;
¿Quién es el que los condenará? El Ungido, Jesús, es el que murió; más aun, el que también resucitó, quien además está a la diestra de Dios, el que también demanda por nosotros.