Huyan, huyan reyes de ejércitos; y la moradora de la casa partía los despojos.
Josué 10:16 - Biblia Spanish Sagradas Escrituras Pero los cinco reyes huyeron, y se escondieron en una cueva en Maceda. Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 Y los cinco reyes huyeron, y se escondieron en una cueva en Maceda. Biblia Nueva Traducción Viviente Durante la batalla, los cinco reyes escaparon y se escondieron en una cueva, en Maceda. Biblia Católica (Latinoamericana) Ahora bien, los cinco reyes que habían huido se escondieron en la cueva de Maquedá. La Biblia Textual 3a Edicion Pero aquellos cinco reyes habían huido y se habían escondido en una cueva en Maceda. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Aquellos cinco reyes habían huido y se habían escondido en la cueva de Maquedá. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Pero los cinco reyes huyeron, y se escondieron en una cueva en Maceda. |
Huyan, huyan reyes de ejércitos; y la moradora de la casa partía los despojos.
Aunque seáis echados entre las ollas, seréis como las alas de la paloma cubierta de plata, y sus plumas con amarillez de oro.
Aunque cavasen hasta el infierno, de allá los tomará mi mano; y si subieren hasta el cielo, de allá los haré descender.
Lamerán el polvo como la culebra; como las serpientes de la tierra, temblarán en sus encierros; se despavorirán del SEÑOR nuestro Dios, y temerán de ti.
Y fue dicho a Josué que los cinco reyes habían sido hallados en una cueva en Maceda.
Y cinco reyes de los amorreos, el rey de Jerusalén, el rey de Hebrón, el rey de Jarmut, el rey de Laquis, el rey de Eglón, se juntaron y subieron, ellos con todos sus ejércitos, y asentaron campamento sobre Gabaón, y pelearon contra ella.
Y los reyes de la tierra, y los príncipes, y los ricos, y los capitanes, y los fuertes, y todo siervo y todo libre, se escondieron en las cuevas y entre las piedras de los montes;
Y la mano de Madián prevaleció contra Israel. Y los hijos de Israel, por causa de los madianitas, se hicieron cuevas en los montes, y cavernas, y lugares fuertes.
Mas los hombres de Israel, viéndose puestos en estrecho, (porque el pueblo estaba en aprieto), se escondió el pueblo en cuevas, en fosos, en peñascos, en rocas y en cisternas.
Y cuando llegó a una majada de ovejas en el camino, donde había una cueva, entró Saúl en ella a hacer sus necesidades; y David y los suyos estaban sentados a los lados de la cueva.
También David se levantó después, y saliendo de la cueva dio voces a las espaldas de Saúl, diciendo: ¡Mi señor el rey! Y cuando Saúl miró atrás, David inclinó su rostro a tierra, y adoró.