Y desechó el SEÑOR toda la simiente de Israel, y los afligió, y los entregó en manos de saqueadores, hasta echarlos de su presencia.
Jeremías 6:30 - Biblia Spanish Sagradas Escrituras Plata desechada los llamarán, porque el SEÑOR los desechó. Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 Plata desechada los llamarán, porque Jehová los desechó. Biblia Nueva Traducción Viviente Los marcaré: “plata rechazada”, porque yo, el Señor, los desecho». Biblia Católica (Latinoamericana) Serán llamados, en consecuencia, 'plata de desecho', porque Yavé los arrojó. La Biblia Textual 3a Edicion Plata reprobada serán llamados, Porque YHVH los ha desechado. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Plata de desecho hay que llamarlos, porque Yahveh los ha desechado. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Plata desechada los llamarán, porque Jehová los desechó. |
Y desechó el SEÑOR toda la simiente de Israel, y los afligió, y los entregó en manos de saqueadores, hasta echarlos de su presencia.
Como escorias hiciste deshacer a todos los impíos de la tierra; por tanto yo he amado tus testimonios.
Allí se sobresaltaron de pavor donde no había pavor; porque Dios descoyuntó los huesos del que asentó campamento contra ti; los avergonzaste, porque Dios los desechó.
Tu plata se ha tornado en escorias, tu vino está mezclado con agua.
y volveré mi mano sobre ti, y limpiaré hasta lo más puro tus escorias, y quitaré todo tu estaño;
¿Por ventura has desechado enteramente a Judá? ¿Por ventura ha aborrecido tu alma a Sion? ¿Por qué nos hiciste herir sin que nos quede cura? Esperamos paz, y no hubo bien; tiempo de cura, y he aquí turbación.
Y cuando te preguntare este pueblo, o el profeta, o el sacerdote, diciendo: ¿Qué es la carga del SEÑOR? Les dirás: ¿Qué carga? Os dejaré, dijo el SEÑOR.
Trasquila tu cabello, y arrójalo, y levanta llanto sobre las alturas; porque el SEÑOR arrojó y dejó la nación de su furor.
Porque repeliendo nos has desechado; te has airado contra nosotros en gran manera.
Mi Dios los desechará, porque ellos no le oyeron; y andarán errantes entre los gentiles.
E hice matar tres pastores en un mes, y mi alma se angustió por ellos, y también el alma de ellos me aborreció a mí.
Vosotros sois la sal de la tierra; y si la sal se perdiere su sabor ¿con qué será salada? No vale más para nada, sino para ser echada fuera y hollada por los hombres.
Digo pues: ¿Ha desechado Dios a su pueblo? En ninguna manera. Porque también yo soy Israelita, de la simiente de Abraham, de la tribu de Benjamín.