Y fue la cabecera de su reino Babel, y Erec, y Acad, y Calne, en la tierra de Sinar.
Jeremías 50:1 - Biblia Spanish Sagradas Escrituras Palabra que habló el SEÑOR contra Babilonia, contra la tierra de los caldeos, por mano de Jeremías profeta. Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 Palabra que habló Jehová contra Babilonia, contra la tierra de los caldeos, por medio del profeta Jeremías. Biblia Nueva Traducción Viviente Jeremías recibió el siguiente mensaje del Señor con relación a Babilonia y a la tierra de los babilonios. Biblia Católica (Latinoamericana) Palabra de Yavé, que dijo contra Babilonia: La Biblia Textual 3a Edicion El oráculo que habló YHVH acerca de Babilonia y la tierra de los caldeos, por medio del profeta Jeremías: Biblia Serafín de Ausejo 1975 Palabra que dijo Yahveh acerca de los caldeos, por medio del profeta Jeremías. Biblia Reina Valera Gómez (2023) La palabra que Jehová habló contra Babilonia, y contra la tierra de los caldeos, por medio del profeta Jeremías. |
Y fue la cabecera de su reino Babel, y Erec, y Acad, y Calne, en la tierra de Sinar.
Y tomó Taré a Abram su hijo, y a Lot hijo de Harán, hijo de su hijo, y a Sarai su nuera, mujer de Abram su hijo; y salió con ellos de Ur de los caldeos, para ir a la tierra de Canaán; y vinieron hasta Harán, y se asentaron allí.
Por esto fue llamado el nombre de ella Babel, porque allí mezcló el SEÑOR el lenguaje de toda la tierra, y de allí los esparció sobre la faz de toda la tierra.
(El Espíritu del SEÑOR ha hablado por mí, y su palabra ha sido en mi lengua.
Y trajo el rey de Asiria gentiles de Babilonia, y de Cuta, y de Ava, y de Hamat, y de Sefarvaim, y los puso en las ciudades de Samaria en lugar de los hijos de Israel; y poseyeron a Samaria, y habitaron en sus ciudades.
Todavía estaba éste hablando, y vino otro que dijo: Los caldeos hicieron tres escuadrones, y dieron sobre los camellos, y los tomaron, e hirieron a los criados a filo de espada; y solamente escapé yo para traerte las nuevas.
entonces levantarás esta parábola sobre el rey de Babilonia, y dirás: ¡Cómo cesó el opresor, cómo cesó la ciudad codiciosa del oro!
Mira, la tierra de los Caldeos. Este pueblo no era antes ; Assur la fundó para los que habitaban en el desierto; levantaron sus fortalezas, edificaron sus palacios; él la convirtió en ruinas.
Y será que, cuando fueren cumplidos los setenta años, visitaré sobre el rey de Babilonia y sobre aquella gente su maldad, dijo el SEÑOR, y sobre la tierra de los caldeos; y yo la pondré en desiertos para siempre.
Y todos los gentiles le servirán a él, y a su hijo, y al hijo de su hijo, hasta que venga también el tiempo de su misma tierra; y le servirán muchas naciones y reyes grandes.
En el año tercero del reinado de Joacim rey de Judá, vino Nabucodonosor rey de Babilonia a Jerusalén, y la cercó.
Entonces salió de la tierra de los caldeos, y habitó en Harán; y de allí, muerto su padre, le traspasó a esta tierra, en la cual vosotros habitáis ahora;
porque la profecía no fue en los tiempos pasados traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados del Espíritu Santo.
Y otro ángel le siguió, diciendo: Ya es caída, ya es caída Babilonia, aquella gran ciudad, porque ella ha dado a beber a todos los gentiles del vino de la ira de su fornicación.