El SEÑOR, el que guarda a los extranjeros; al huérfano y a la viuda levanta; y el camino de los impíos trastorna.
Jeremías 49:11 - Biblia Spanish Sagradas Escrituras Deja tus huérfanos, yo los criaré; y en mí se confiarán tus viudas. Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 Deja tus huérfanos, yo los criaré; y en mí confiarán tus viudas. Biblia Nueva Traducción Viviente Pero protegeré a los huérfanos que queden entre ustedes. También sus viudas pueden contar con mi ayuda». Biblia Católica (Latinoamericana) Pásame tus huérfanos, yo los cuidaré,
y que tus viudas se acerquen a mí con confianza. La Biblia Textual 3a Edicion Deja a tus huérfanos, que Yo los criaré, Deja que tus viudas confíen en mí. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Deja a tus huérfanos, yo les conservaré la vida, y que tus viudas confíen en mí'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Deja tus huérfanos, yo los preservaré con vida; y tus viudas confiarán en mí. |
El SEÑOR, el que guarda a los extranjeros; al huérfano y a la viuda levanta; y el camino de los impíos trastorna.
Padre de huérfanos y defensor de viudas, es Dios en la morada de su santuario;
Haced derecho al pobre y al huérfano; haced justicia al pobre y al menesteroso.
No nos librará Assur; no subiremos sobre caballos, ni nunca más diremos a la obra de nuestras manos: Dioses nuestros; porque en ti el huérfano alcanzará misericordia.
¿y no tendré yo piedad de Nínive, aquella gran ciudad donde hay más de ciento veinte mil hombres que no saben discernir entre su mano derecha y su mano izquierda, y muchos animales?
no agraviéis a la viuda, ni al huérfano, ni al extranjero, ni al pobre; ni ninguno piense mal en su corazón contra su hermano.
Y vendré a vosotros para juicio; y seré pronto testigo contra los hechiceros y adúlteros; y contra los que juran mentira, y los que detienen el salario del jornalero, de la viuda, y del huérfano, y los que hacen agravio al extranjero, no teniendo temor de mí, dijo el SEÑOR de los ejércitos.
que hace derecho al huérfano y a la viuda; que ama también al extranjero dándole pan y vestido.
Ahora, la que en verdad es viuda y sola, espera en Dios, y es diligente en súplicas y oraciones noche y día.
La religión pura y sin mácula delante de Dios y Padre es visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones, y guardarse sin mancha de este mundo.