Ahora pues, yo he determinado hacer alianza con el SEÑOR Dios de Israel, para que aparte de nosotros la ira de su furor.
Jeremías 3:5 - Biblia Spanish Sagradas Escrituras ¿Por ventura guardará su enojo para siempre? ¿Eternalmente lo guardará? He aquí que has hablado y hecho cuantas maldades pudiste. Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 ¿Guardará su enojo para siempre? ¿Eternamente lo guardará? He aquí que has hablado y hecho cuantas maldades pudiste. Biblia Nueva Traducción Viviente ¡Seguro que no estarás enojado para siempre! ¡Sin duda puedes olvidar lo que he hecho!”. Hablas de esta manera, pero sigues haciendo todo el mal posible». Biblia Católica (Latinoamericana) Así hablabas, y proseguías feliz cometiendo tus maldades. La Biblia Textual 3a Edicion Pensando: No guardará rencor para siempre, No estará indignado hasta el fin; Pero sigues haciendo cuantas maldades están a tu alcance. Biblia Serafín de Ausejo 1975 ¿Estará enojado por siempre o guardará rencor hasta el fin? Esto es lo que dices, pero haces las maldades que puedes. Biblia Reina Valera Gómez (2023) ¿Guardará su enojo para siempre? ¿Eternamente lo guardará? He aquí que has hablado y hecho cuantas maldades pudiste. |
Ahora pues, yo he determinado hacer alianza con el SEÑOR Dios de Israel, para que aparte de nosotros la ira de su furor.
¿Estarás enojado contra nosotros para siempre? ¿Extenderás tu ira de generación en generación?
Porque no contenderé para siempre, ni para siempre enojaré; porque el espíritu por mi vistió el cuerpo, y yo hice las almas.
No te aíres, oh SEÑOR, sobremanera; ni tengas perpetua memoria de la iniquidad. He aquí, mira ahora, pueblo tuyo somos todos nosotros.
Ve, y clama estas palabras hacia el aquilón, y di: Vuélvete, oh rebelde Israel, dijo el SEÑOR; no haré caer mi ira sobre vosotros, porque Misericordioso soy, dijo el SEÑOR, ni guardaré para siempre el enojo .
¿Por qué es este pueblo de Jerusalén rebelde con rebeldía perpetua? Abrazaron el engaño, no quisieron volverse.
Escuché y oí; no hablan derecho, no hay hombre que se arrepienta de su mal, diciendo: ¿Qué he hecho? Cada cual se volvió a su carrera, como caballo que arremete con ímpetu a la batalla.
He aquí que los príncipes de Israel, cada uno según su poder, fueron en ti para derramar sangre.
¡Ay de los que piensan iniquidad, y de los que fabrican el mal en sus camas! Cuando viene la mañana lo ponen en obra, porque tienen en su mano el poder.
Para completar la maldad con sus manos, el príncipe demanda, y el juez juzga por recompensa; y el grande habla el antojo de su alma, y lo confirman.