Con todo eso los altos no fueron quitados; que el pueblo sacrificaba aún, y quemaba incienso en los altos. Este también edificó la puerta más alta de la Casa del SEÑOR.
Jeremías 26:10 - Biblia Spanish Sagradas Escrituras Y los príncipes de Judá oyeron estas cosas, y subieron de casa del rey a la Casa del SEÑOR; y se sentaron en la entrada de la puerta nueva de la casa del SEÑOR. Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 Y los príncipes de Judá oyeron estas cosas, y subieron de la casa del rey a la casa de Jehová, y se sentaron en la entrada de la puerta nueva de la casa de Jehová. Biblia Nueva Traducción Viviente Cuando los funcionarios de Judá oyeron lo que pasaba, corrieron del palacio a sentarse a juzgar junto a la puerta Nueva del templo. Biblia Católica (Latinoamericana) Al enterarse de esto, los jefes de Judá subieron desde el palacio del rey a la Casa de Yavé, donde se sentaron para juzgar el asunto a la entrada de la Puerta Nueva. La Biblia Textual 3a Edicion Cuando los príncipes de Judá oyeron estas cosas, subieron desde el palacio real a la Casa de YHVH, y se sentaron en la entrada del nuevo pórtico de la Casa de YHVH. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Cuando los príncipes de Judá tuvieron noticia de estas cosas, subieron desde el palacio real al templo de Yahveh y se sentaron a la entrada de la puerta nueva del templo de Yahveh. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y los príncipes de Judá oyeron estas cosas, y subieron de la casa del rey a la casa de Jehová; y se sentaron en la entrada de la puerta nueva de la casa de Jehová. |
Con todo eso los altos no fueron quitados; que el pueblo sacrificaba aún, y quemaba incienso en los altos. Este también edificó la puerta más alta de la Casa del SEÑOR.
Edificó él la puerta mayor de la Casa del SEÑOR, y en el muro de la fortaleza edificó mucho.
E hirió Pasur a Jeremías profeta, y lo puso en el calabozo que estaba a la puerta de Benjamín en lo alto, la cual está en la casa del SEÑOR.
y oyó sus palabras el rey Joacim, y todos sus valientes, y todos sus príncipes, y el rey procuró matarle; lo cual entendiendo Urías, tuvo temor, y huyó, y se metió en Egipto.
Pero la mano de Ahicam hijo de Safán era con Jeremías, para que no lo entregasen en las manos del pueblo para matarlo.
Y cuando oyeron todos los príncipes, y todo el pueblo que había convenido en el pacto de dejar cada uno su siervo y cada uno su sierva libres, que ninguno usase más de ellos como de siervos, escucharon, y los dejaron.
a los príncipes de Judá y a los príncipes de Jerusalén, a los eunucos y a los sacerdotes, y a todo el pueblo de la tierra, que pasaron entre las partes del becerro,
Y Baruc leyó en el libro las palabras de Jeremías en la Casa del SEÑOR, en la cámara de Gemarías hijo de Safán escriba, en el atrio de arriba, a la entrada de la puerta nueva de la Casa del SEÑOR, en oídos de todo el pueblo.
Y aunque Elnatán y Delaía y Gemarías rogaron al rey que no quemase aquel rollo, no los quiso oír;
Sus príncipes en medio de ella como lobos que arrebataban presa, derramando sangre, para destruir las almas, para seguir su avaricia.
He aquí que los príncipes de Israel, cada uno según su poder, fueron en ti para derramar sangre.