Y te daré a ti, y a tu simiente después de ti, la tierra de tus peregrinaciones, toda la tierra de Canaán, en heredad perpetua; y les seré por Dios.
Jeremías 25:5 - Biblia Spanish Sagradas Escrituras cuando decían: Volveos ahora de vuestro mal camino y de la maldad de vuestras obras, y morad sobre la tierra que os dio el SEÑOR, a vosotros y a vuestros padres para siempre; Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 cuando decían: Volveos ahora de vuestro mal camino y de la maldad de vuestras obras, y moraréis en la tierra que os dio Jehová a vosotros y a vuestros padres para siempre; Biblia Nueva Traducción Viviente Todas las veces el mensaje fue: “Apártense de su mal camino y de sus malas acciones. Solo entonces los dejaré vivir en esta tierra que el Señor les dio a ustedes y a sus antepasados para siempre. Biblia Católica (Latinoamericana) Sus palabras han sido: 'Dejen su mala conducta y sus malas acciones, sólo así podrán ustedes permanecer en el territorio que Yavé concedió a ustedes y a sus padres, siempre y por siempre. La Biblia Textual 3a Edicion cuando decían: Conviértase cada uno de su mal camino y de la perversidad de sus obras, y moraréis en la tierra que YHVH os dio a vosotros y a vuestros padres desde siempre y para siempre. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Os decía: arrepentíos cada uno de vuestra mala conducta y de la maldad de vuestras obras, y así podréis habitar en el país que Yahveh os dio a vosotros y a vuestros padres desde siempre y para siempre. Biblia Reina Valera Gómez (2023) cuando decían: Volveos ahora de vuestro mal camino y de la maldad de vuestras obras, y habitaréis en la tierra que os dio Jehová, a vosotros y a vuestros padres para siempre; |
Y te daré a ti, y a tu simiente después de ti, la tierra de tus peregrinaciones, toda la tierra de Canaán, en heredad perpetua; y les seré por Dios.
y ve si hay en mí camino de perversidad, y guíame en el camino eterno.
Lavaos, y limpiaos; quitad la iniquidad de vuestras obras de delante de mis ojos; dejad de hacer lo malo;
Entrarán por las puertas de esta ciudad, los reyes y los príncipes, que se sientan sobre el trono de David, en carros y en caballos, ellos y sus príncipes, los varones de Judá, y los moradores de Jerusalén; y esta ciudad será habitada para siempre.
Ahora, pues, habla ahora a todo hombre de Judá, y a los moradores de Jerusalén, diciendo: Así dijo el SEÑOR: He aquí que yo dispongo mal contra vosotros, y trazo contra vosotros designios; conviértase ahora cada uno de su mal camino, y mejorad vuestros caminos y vuestras obras.
Y envié a vosotros a todos mis siervos los profetas, madrugando y enviando, diciendo: Tornaos ahora cada uno de su mal camino, y enmendad vuestras obras, y no vayáis tras dioses ajenos para servirles, y vivid en la tierra que di a vosotros y a vuestros padres; mas no inclinasteis vuestro oído, ni me oísteis.
Si volvieres a mí, oh Israel, dijo el SEÑOR, tendrás reposo; y si quitares de delante de mí tus abominaciones, no pasarás a cautividad .
Os haré morar en este lugar, en la tierra que di a vuestros padres para siempre.
Por tanto, yo os juzgaré a cada uno según sus caminos, oh Casa de Israel, dijo el Señor DIOS. Convertíos, y haced convertir de todas vuestras iniquidades; y no os será la iniquidad causa de ruina.
Diles: Vivo yo, dijo el Señor DIOS, que no quiero la muerte del impío, sino que se torne el impío de su camino, y que viva. Volveos, volveos de vuestros malos caminos, ¿y por qué moriréis, oh Casa de Israel?
Mas de la Casa de Judá tendré misericordia, y los salvaré en el SEÑOR su Dios; y no los salvaré con arco, ni con espada, ni con batalla, ni con caballos ni caballeros.
Antes anuncié primeramente a los que están en Damasco, y Jerusalén, y por toda la tierra de Judea, y a los gentiles, que se arrepintiesen y se convirtiesen a Dios, haciendo obras dignas de arrepintimiento.