Entonces envió Jezabel a Elías un mensajero, diciendo: Así me hagan los dioses, y así me añadan, si mañana a estas horas yo no haya puesto tu persona como la de uno de ellos.
Jeremías 20:10 - Biblia Spanish Sagradas Escrituras Porque oí la murmuración de muchos, temor de todas partes: Denunciad, y denunciaremos. Todos mis amigos miraban si cojearía. Por ventura se engañará, decían, y prevaleceremos contra él, y tomaremos de él nuestra venganza. Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 Porque oí la murmuración de muchos, temor de todas partes: Denunciad, denunciémosle. Todos mis amigos miraban si claudicaría. Quizá se engañará, decían, y prevaleceremos contra él, y tomaremos de él nuestra venganza. Biblia Nueva Traducción Viviente He oído los muchos rumores acerca de mí. Me llaman «El hombre que vive aterrorizado». Me amenazan diciendo: «Si dices algo te denunciaremos». Aun mis viejos amigos me vigilan, esperando que cometa algún error fatal. «Caerá en su propia trampa —dicen—, entonces nos vengaremos de él». Biblia Católica (Latinoamericana) Yo oía a mis adversarios que decían contra mí: '¿Cuándo, por fin, lo denunciarán?' Ahora me observan los que antes me saludaban, esperando que yo tropiece para desquitarse de mí. La Biblia Textual 3a Edicion Oí a muchos susurrando: ¡Magor-missabib!° ¡Denunciadlo, denunciémoslo! Aun mis hombres de confianza esperan que claudique; Dicen: Quizá sea engañado; Entonces prevaleceremos contra él y tomaremos nuestra venganza. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Yo oía el cuchicheo de la gente: ¡Terror en derredor! ¡Denunciadlo! ¡Denunciémoslo! Todos mis amigos están espiando un desliz mío: 'A ver si se deja seducir; le dominaremos y de él nos vengaremos'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Porque oí la difamación de muchos, temor de todas partes: Denunciad, y denunciaremos. Todos mis amigos miraban si yo claudicaría. Quizá será persuadido, decían, y prevaleceremos contra él, y tomaremos de él nuestra venganza. |
Entonces envió Jezabel a Elías un mensajero, diciendo: Así me hagan los dioses, y así me añadan, si mañana a estas horas yo no haya puesto tu persona como la de uno de ellos.
Y Acab dijo a Elías: ¿Me has hallado, enemigo mío? Y él respondió: Te he encontrado, porque te has vendido a mal hacer delante del SEÑOR,
y dirás: Así dijo el rey: Echad a éste en la cárcel, y mantenedle con pan de angustia y con agua de angustia, hasta que yo vuelva en paz.
Y el rey de Israel respondió a Josafat: Aun hay un varón por el cual podríamos consultar al SEÑOR, Micaías, hijo de Imla; mas yo le aborrezco porque nunca me profetiza bien, sino solamente mal. Y Josafat dijo: No hable el rey así.
Todos mis íntimos amigos me aborrecieron; y los que yo amaba, se tornaron contra mí.
Porque he oído afrenta de muchos, cerrado de temores; cuando consultaban juntos contra mí, e ideaban para prenderme el alma.
Mas tú, SEÑOR, ten misericordia de mí, y hazme levantar, y les daré el pago.
Aun el varón de mi paz, en quien yo confiaba, el que comía mi pan, engrandeció contra mí el calcañar.
Mi vida está entre leones; estoy echado entre hijos de hombres que echan llamas; sus dientes son lanzas y saetas, y su lengua cuchillo agudo.
El que encubre el odio es de labios mentirosos; y el que echa mala fama es loco.
Los que hacían pecar al hombre en palabra; los que armaban lazo al que reprendía en la puerta; y torcieron lo justo en vanidad.
Y pelearán contra ti, mas no te vencerán; porque yo soy contigo, dice el SEÑOR, para librarte.
Y yo como carnero o buey que llevan a degollar, pues no entendía que maquinaban contra mí designios, diciendo : Destruyamos el árbol con su fruto, y cortémoslo de la tierra de los vivientes, y no haya más memoria de su nombre.
Por tanto, así dijo el SEÑOR acerca de los varones de Anatot, que buscan tu alma, diciendo: No profetices en nombre del SEÑOR, y no morirás a nuestras manos;
Y dijeron: Venid, y tracemos maquinaciones contra Jeremías; porque la ley no faltará del sacerdote, ni el consejo del sabio, ni la palabra del profeta. Venid e hirámoslo de lengua, y no miremos a todas sus palabras.
Y el día siguiente Pasur sacó a Jeremías del calabozo. Y le dijo Jeremías: El SEÑOR no ha llamado tu nombre Pasur, sino Magor- misabib (Miedo de todas partes ).
Y cuando fue a la puerta de Benjamín, estaba allí un capitán que se llamaba Irías, hijo de Selemías hijo de Hananías, el cual prendió a Jeremías profeta, diciendo: Tú te retiras a los caldeos.
No salgas al campo, ni andes por camino; porque espada de enemigo y temor hay por todas partes.
Calumniadores hubo en ti para derramar sangre; y sobre los montes comieron en ti; hicieron en medio de ti suciedades.
Entonces los presidentes y gobernadores buscaban ocasiones contra Daniel por parte del reino; mas no podían hallar alguna ocasión o falta, porque él era fiel, y ningún vicio ni falta fue en él hallado.
Y acechándole enviaron espías que se simulasen justos, para sorprenderle en palabras, para que le entregasen al principado y a la potestad del gobernador.
Y oyendo estas cosas, regañaban de sus corazones, y crujían los dientes contra él.