No veía el príncipe de la cárcel cosa alguna que en su mano estaba; porque el SEÑOR era con él, y lo que él hacía, el SEÑOR lo prosperaba.
Génesis 39:8 - Biblia Spanish Sagradas Escrituras Y él no quiso, y dijo a la mujer de su señor: He aquí que mi señor no sabe conmigo lo que hay en casa, y ha puesto en mi mano todo lo que tiene. Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 Y él no quiso, y dijo a la mujer de su amo: He aquí que mi señor no se preocupa conmigo de lo que hay en casa, y ha puesto en mi mano todo lo que tiene. Biblia Nueva Traducción Viviente Pero José se negó: —Mire —le contestó—, mi amo confía en mí y me puso a cargo de todo lo que hay en su casa. Biblia Católica (Latinoamericana) Pero José se negó y le dijo: 'Mi señor confía tanto en mí que no se preocupa para nada de lo que pasa en la casa, y ha puesto en mis manos todo lo que tiene. La Biblia Textual 3a Edicion Pero él rehusó, y dijo a la mujer de su señor: Ciertamente mi señor no se preocupa de lo que hay en la casa, y ha puesto en mi mano todo lo que tiene. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Pero él rehusó y dijo a la mujer de su amo: 'Cuando mi señor no me pide cuenta de nada de su casa, confiando en mis manos todo cuanto posee; Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y él no quiso, y dijo a la esposa de su señor: He aquí que mi señor no sabe conmigo lo que hay en casa, y ha puesto en mi mano todo lo que tiene: |
No veía el príncipe de la cárcel cosa alguna que en su mano estaba; porque el SEÑOR era con él, y lo que él hacía, el SEÑOR lo prosperaba.
Así halló José gracia en sus ojos, y le servía; y él le hizo mayordomo de su casa, y entregó en su poder todo lo que tenía.
El hombre que tiene amigos, ha de mostrarse amigo; y amigo hay más unido que un hermano.
Cuando la sabiduría entrare en tu corazón, y la ciencia fuere dulce a tu alma,
Sima profunda es la boca de las extrañas; aquel contra el cual estuviere el SEÑOR airado, caerá en ella.
Así el que entrare a la mujer de su prójimo; no será sin culpa cualquiera que la tocare.
para que te guarden de la mujer ajena, y de la extraña que ablanda sus palabras.