llamó a los de casa, y les habló diciendo: Mirad, nos ha traído un hebreo, para que hiciese burla de nosotros; vino él a mí para dormir conmigo, y yo di grandes voces;
Génesis 39:17 - Biblia Spanish Sagradas Escrituras Entonces le habló ella semejantes palabras, diciendo: El siervo hebreo que nos trajiste, vino a mí para deshonrarme; Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 Entonces le habló ella las mismas palabras, diciendo: El siervo hebreo que nos trajiste, vino a mí para deshonrarme. Biblia Nueva Traducción Viviente Luego le contó su versión de lo sucedido: «Ese esclavo hebreo que trajiste a nuestra casa intentó entrar y aprovecharse de mí; Biblia Católica (Latinoamericana) y le repitió las mismas palabras: 'Ese esclavo hebreo que tú nos has traído, se me acercó para abusar de mí. La Biblia Textual 3a Edicion y le habló conforme a estas mismas palabras, diciendo: El esclavo hebreo que nos trajiste vino a mí para divertirse conmigo, Biblia Serafín de Ausejo 1975 Entonces le habló en estos términos: 'Ese siervo hebreo que nos trajiste vino a mí para divertirse conmigo, Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces le habló ella semejantes palabras, diciendo: El siervo hebreo que nos trajiste, vino a mí para deshonrarme; |
llamó a los de casa, y les habló diciendo: Mirad, nos ha traído un hebreo, para que hiciese burla de nosotros; vino él a mí para dormir conmigo, y yo di grandes voces;
Y ella puso junto a sí la ropa de él, hasta que vino su señor a su casa.
y cuando yo alcé mi voz y grite, él dejó su ropa junto a mí, y huyó fuera.
Y cuando Acab vio a Elías, le dijo Acab: ¿Eres tú el que turbas a Israel?
He Los impíos desenvainaron espada, y entesaron su arco, para arruinar al pobre y al menesteroso; para degollar a los de recto proceder.
a causa de la voz del enemigo, por la opresión del impío; porque echaron sobre mí iniquidad, y con furor me han amenazado.
No admitirás falso rumor. No te concertarás con el impío para ser testigo falso.
El labio de la verdad permanecerá para siempre; mas la lengua de mentira por un momento.
El testigo falso no será absuelto; y el que habla mentiras no escapará.
El testigo falso no quedará sin castigo; y el que habla mentiras, perecerá.
La falsa lengua aborrece al que atormenta; y la boca lisonjera hace resbaladero.
Entonces el sumo sacerdote rasgó sus vestidos, diciendo: Ha blasfemado; ¿qué más necesidad tenemos de testigos? He aquí, ahora habéis oído su blasfemia.