Y alzó sus ojos, y miró, y he aquí tres varones que estaban junto a él; y cuando los vio, salió corriendo de la puerta de su tienda a recibirlos, y se inclinó hacia la tierra,
Génesis 32:24 - Biblia Spanish Sagradas Escrituras Y se quedó Jacob solo, y luchó con él un varón, hasta que el alba subía. Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 Así se quedó Jacob solo; y luchó con él un varón hasta que rayaba el alba. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces Jacob se quedó solo en el campamento, y llegó un hombre y luchó con él hasta el amanecer. Biblia Católica (Latinoamericana) A todos los hizo pasar al otro lado del torrente, y también hizo pasar todo lo que traía con él. La Biblia Textual 3a Edicion Y Jacob° se quedó solo, y un varón estuvo luchando con él hasta rayar el alba. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Los tomó, pues, y les hizo pasar el torrente. Luego hizo pasar todo cuanto poseía. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y Jacob se quedó solo; y luchó con él un varón hasta que rayaba el alba. |
Y alzó sus ojos, y miró, y he aquí tres varones que estaban junto a él; y cuando los vio, salió corriendo de la puerta de su tienda a recibirlos, y se inclinó hacia la tierra,
Y dijo Raquel: Con luchas de Dios he luchado con mi hermana, y he vencido. Y llamó su nombre Neftalí.
Y cuando el varón vio que no podía con él, tocó la palma de su anca, la palma del anca de Jacob se descoyuntó luchando con él.
Y él dijo: No se dirá más tu nombre Jacob, sino Israel; porque has peleado con Dios y con los hombres, y has vencido.
Y llamó Jacob el nombre de aquel lugar Peniel; porque vi a Dios cara a cara, y fue librada mi alma.
el Angel que me liberta de todo mal, bendiga a estos jóvenes; y mi nombre sea llamado en ellos, y el nombre de mis padres Abraham e Isaac; y se multipliquen en gran manera en medio de la tierra.
Y Moisés extendió su mano sobre el mar, y el mar se volvió en su fuerza cuando amanecía; y los egipcios huían hacia ella; y el SEÑOR derribó a los egipcios en medio del mar.
Hasta que apunte el día, y huyan las sombras, vuélvete, amado mío; sé semejante al gamo, o al cabrito de los ciervos, sobre los montes de Beter.
Y será aquel Varón como escondedero contra el viento, y como acogida contra el turbión; como riberas de aguas en tierra de sequedad, como sombra de gran peñasco en tierra calurosa.
Quedé, pues, yo solo, y vi esta gran visión, y no quedó en mí esfuerzo; antes mi fuerza se me trocó en desmayo, sin retener vigor alguno.
Esforzaos a entrar por la puerta angosta; porque os digo que muchos procurarán entrar, y no podrán.
Y estando en agonía, oraba más intensamente; y fue su sudor como gotas de sangre que caían hasta la tierra.
Pero os ruego, hermanos, por el Señor nuestro Jesús, el Cristo, y por la caridad del Espíritu, que me ayudéis con oraciones por mí a Dios,
El primer hombre, es de la tierra, terrenal; el segundo hombre es el Señor, del cielo.
Porque no tenemos lucha contra sangre y carne; sino contra principados, contra potestades, contra señores del siglo, gobernadores de estas tinieblas, contra malicias espirituales en los cielos.
por toda oración y ruego orando en todo tiempo en el espíritu, y velando en ello con toda instancia y súplica por todos los santos,
Porque quiero que sepáis cuán grande solicitud tengo por vosotros, y por los que están en Laodicea, y por todos los que nunca vieron mi rostro en carne;
Os saluda Epafras, el cual es de vosotros, siervo de Cristo, siempre solícito por vosotros en sus oraciones, para que estéis firmes , perfectos y cumplidos en todo lo que Dios quiere.
El cual en los días de su carne, ofreciendo ruegos y súplicas con gran clamor y lágrimas al que le podía librar de la muerte, fue oído por su temor reverente.
Y estando Josué cerca de Jericó, alzó sus ojos, y vio un varón que estaba delante de él, el cual tenía una espada desnuda en su mano. Y Josué yéndose hacia él, le dijo: ¿Eres de los nuestros, o de nuestros enemigos?