Y tomó Taré a Abram su hijo, y a Lot hijo de Harán, hijo de su hijo, y a Sarai su nuera, mujer de Abram su hijo; y salió con ellos de Ur de los caldeos, para ir a la tierra de Canaán; y vinieron hasta Harán, y se asentaron allí.
Génesis 27:43 - Biblia Spanish Sagradas Escrituras Ahora pues, hijo mío, escuche mi voz: levántate, y húye a Labán mi hermano, a Harán. Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 Ahora pues, hijo mío, obedece a mi voz; levántate y huye a casa de Labán mi hermano en Harán, Biblia Nueva Traducción Viviente Así que, hijo mío, presta mucha atención. Prepárate y huye a casa de mi hermano Labán, en Harán. Biblia Católica (Latinoamericana) Por lo tanto, hijo mío, hazme caso y huye ahora mismo a Jarán, a la casa de mi hermano Labán. La Biblia Textual 3a Edicion Ahora pues, hijo mío, obedece mi voz. Levántate y huye a Harán, adonde Labán, mi hermano, Biblia Serafín de Ausejo 1975 Así, pues, hijo mío, escucha mis palabras: levántate y huye a Jarán, a casa de Labán, mi hermano. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Ahora pues, hijo mío, obedece a mi voz; levántate, y huye a casa de Labán mi hermano, a Harán. |
Y tomó Taré a Abram su hijo, y a Lot hijo de Harán, hijo de su hijo, y a Sarai su nuera, mujer de Abram su hijo; y salió con ellos de Ur de los caldeos, para ir a la tierra de Canaán; y vinieron hasta Harán, y se asentaron allí.
Y Rebeca tenía un hermano que se llamaba Labán, el cual corrió afuera al varón, a la fuente;
y era Isaac de cuarenta años cuando tomó a Rebeca, hija de Betuel, el arameo, de Padan-aram, hermana de Labán, el arameo, por su mujer.
Y su madre respondió: Hijo mío, sobre mí sea tu maldición; solamente obedece mi voz, y ve, y tómalos.
Y fueron dichas a Rebeca las palabras de Esaú su hijo mayor; y ella envió y llamó a Jacob su hijo menor, y le dijo: He aquí, Esaú tu hermano se consuela acerca de ti con la idea de matarte.
Así envió Isaac a Jacob, el cual fue a Padan-aram, a Labán, hijo de Betuel, el arameo, hermano de Rebeca, madre de Jacob y de Esaú.
y que Jacob había escuchado a su padre y a su madre, y se había ido a Padan-aram.
Y dijo Dios a Jacob: Levántate, sube a Bet-el, y estáte allí; y haz allí un altar al Dios que se te apareció cuando huías de tu hermano Esaú.
El ojo que escarnece a su padre, y menosprecia la enseñanza de la madre, los cuervos lo saquen del río, y lo devoren los hijos del águila.
Fue firme la palabra de Jonadab hijo de Recab, el cual mandó a sus hijos que no bebiesen vino, y no lo han bebido hasta hoy, por escuchar el mandamiento de su padre; y yo os he hablado a vosotros, madrugando, y hablando, y no me habéis oído.
Y respondiendo Pedro y los apóstoles, dijeron: Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres.