y edificó el SEÑOR Dios la costilla que tomó del hombre, en mujer, y la trajo al hombre.
Génesis 24:44 - Biblia Spanish Sagradas Escrituras y ella me respondiere, Bebe tú, y también para tus camellos sacaré agua; ésta sea la mujer que aparejó el SEÑOR al hijo de mi señor. Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 y ella me respondiere: Bebe tú, y también para tus camellos sacaré agua; sea esta la mujer que destinó Jehová para el hijo de mi señor. Biblia Nueva Traducción Viviente si ella dice: ‘Sí, beba usted, y también sacaré agua para sus camellos’, que sea ella la que has elegido para ser la esposa del hijo de mi amo”. Biblia Católica (Latinoamericana) Y si me responde: 'Toma, y luego sacaré más agua para tus camellos', que ésa sea la mujer que Yavé tiene destinada para el hijo de mi patrón. La Biblia Textual 3a Edicion y me conteste: Bebe tú mismo, y también sacaré para tus camellos, sea ésta la mujer que YHVH ha destinado para el hijo de mi señor. Biblia Serafín de Ausejo 1975 y me responda: 'Bebe, y también sacaré agua para tus camellos', ésa será la mujer que Yahveh ha destinado para el hijo de mi señor. Biblia Reina Valera Gómez (2023) y ella me dijere: Bebe tú, y también para tus camellos sacaré agua; sea esta la mujer que destinó Jehová para el hijo de mi señor. |
y edificó el SEÑOR Dios la costilla que tomó del hombre, en mujer, y la trajo al hombre.
Sea, pues, que la doncella a quien yo dijere: Baja ahora tu cántaro, para que yo beba; y ella respondiere: Bebe, y también daré de beber a tus camellos, que ésta sea la que aparejaste a tu siervo Isaac; y en esto conoceré que habrás hecho misericordia con mi señor.
he aquí yo estoy junto a la fuente de agua; sea, pues, que la doncella que saliere por agua, a la cual yo dijere: Dame ahora de beber un poco de agua de tu cántaro;
Y antes que acabase de hablar en mi corazón, he aquí Rebeca, que salía con su cántaro sobre su hombro; y descendió a la fuente, y sacó agua; y yo le dije: Te ruego que me des a beber.
La suerte se echa en el regazo; mas del SEÑOR es el juicio de ella.
El que halló esposa halló el bien, y alcanzó la benevolencia del SEÑOR.
La casa y las riquezas herencia son de los padres; mas del SEÑOR la mujer prudente.
No olvidéis la hospitalidad, porque por ésta algunos, habiendo hospedado ángeles, fueron guardados.
Y finalmente, sed todos de un consentimiento, de una afección, amándoos fraternalmente, misericordiosos, amigables;