descenderé ahora, y veré si han consumado su obra según el clamor que ha venido hasta mí; y si no, lo sabré.
Génesis 11:5 - Biblia Spanish Sagradas Escrituras Y descendió el SEÑOR para ver la ciudad y la torre, que edificaban los hijos del hombre. Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 Y descendió Jehová para ver la ciudad y la torre que edificaban los hijos de los hombres. Biblia Nueva Traducción Viviente Pero el Señor descendió para ver la ciudad y la torre que estaban construyendo, Biblia Católica (Latinoamericana) Yavé bajó para ver la ciudad y la torre que los hombres estaban levantando, La Biblia Textual 3a Edicion Pero YHVH descendió para ver la ciudad y la torre que edificaban los hijos del hombre. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Bajó Yahveh a ver la ciudad y la torre que estaban construyendo los hombres, Biblia Reina Valera Gómez (2023) Y descendió Jehová para ver la ciudad y la torre que edificaban los hijos de los hombres. |
descenderé ahora, y veré si han consumado su obra según el clamor que ha venido hasta mí; y si no, lo sabré.
El SEÑOR está en el templo de su santidad; la silla del SEÑOR está en el cielo; sus ojos ven, sus párpados prueban a los hijos de los hombres.
y estén apercibidos para el día tercero, porque al tercer día el SEÑOR descenderá, a ojos de todo el pueblo, sobre el monte de Sinaí.
Y todo el monte de Sinaí humeaba, porque el SEÑOR había descendido sobre él en fuego; y el humo de él subía como el humo de un horno, y todo el monte se estremeció en gran manera.
Y descendió el SEÑOR sobre el monte de Sinaí, sobre la cumbre del monte; y llamó el SEÑOR a Moisés a la cumbre del monte, y Moisés subió.
Y he descendido para librarlos de mano de los egipcios; yo los sacaré de aquella tierra a una tierra buena y ancha, a tierra que fluye leche y miel, a los lugares del cananeo, del heteo, del amorreo, del ferezeo, del heveo, y del jebuseo.
Y nadie subió al cielo, sino el que descendió del cielo, el Hijo del hombre, que está en el cielo.
Y no hay cosa creada que no sea manifiesta en su presencia; antes todas las cosas están desnudas y abiertas a sus ojos, de lo cual hablamos.