Y él dijo: He aquí el día es aún grande; no es tiempo todavía de recoger el ganado; abrevad las ovejas, e id a apacentarlas.
Gálatas 6:9 - Biblia Spanish Sagradas Escrituras No nos faltemos, pues, de hacer bien; que a su tiempo segaremos, si no hubiéremos faltado. Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos. Biblia Nueva Traducción Viviente Así que no nos cansemos de hacer el bien. A su debido tiempo, cosecharemos numerosas bendiciones si no nos damos por vencidos. Biblia Católica (Latinoamericana) Así, pues, hagamos el bien sin desanimarnos, que a su debido tiempo cosecharemos si somos constantes. La Biblia Textual 3a Edicion No nos cansemos pues de hacer el bien, que a su tiempo cosecharemos, si no desfallecemos. Biblia Serafín de Ausejo 1975 No nos cansemos de hacer el bien, que a su tiempo cosecharemos, si no desmayamos. Biblia Reina Valera Gómez (2023) No nos cansemos, pues, de hacer el bien, porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos. |
Y él dijo: He aquí el día es aún grande; no es tiempo todavía de recoger el ganado; abrevad las ovejas, e id a apacentarlas.
Ayin Los ojos de todos las cosas esperan a ti, y tú les das su comida en su tiempo.
El impío hace obra falsa; mas el que sembrare justicia, tendrá galardón firme.
Echa tu pan sobre las aguas; que después de muchos días lo hallarás.
Tú dijiste: ¡Ay de mí ahora! Porque me ha añadido el SEÑOR tristeza sobre mi dolor; trabajé en mi gemido, y no he hallado descanso.
yo daré vuestra lluvia en su tiempo, y la tierra dará su fruto, y el árbol del campo dará su fruto;
En aquel tiempo se dirá a Jerusalén: No temas; Sion, no se debiliten tus manos.
Y decís: ¡Oh qué trabajo! Y lo desechasteis, dijo el SEÑOR de los ejércitos; y trajisteis lo hurtado, o cojo, o enfermo, y presentasteis ofrenda. ¿Me será acepto eso de vuestra mano? Dice el SEÑOR.
Y seréis aborrecidos de todos por mi nombre; mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo.
Entonces dijo al hombre que tenía la mano seca: Levántate en medio.
Y les dijo también una parábola sobre que es necesario orar siempre, y no desmayar,
A los que perseveraron en bien hacer, gloria y honra e incorrupción, a los que buscan la vida eterna.
Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es vano.
Por lo cual teniendo nosotros este ministerio según la misericordia que hemos alcanzado, no faltamos;
Por tanto, no faltamos; antes aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior sin embargo se renueva de día en día.
Pero esto digo: El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra en bendiciones, en bendiciones también segará.
Por tanto, pido que no desmayéis por causa de mis tribulaciones por vosotros, lo cual es vuestra gloria.
yo daré la lluvia de vuestra tierra en su tiempo, la temprana y la tardía; y cogerás tu grano, y tu vino, y tu aceite.
Traed pues muchas veces a vuestro pensamiento a aquel que sufrió tal contradicción de pecadores contra sí mismo, para que no os fatiguéis en vuestros ánimos desmayando.
y estáis ya olvidados de la consolación que como con hijos habla con vosotros, (diciendo): Hijo mío, no menosprecies el castigo del Señor, ni desmayes cuando eres de él redargüido;
(porque participantes del Cristo somos hechos, si empero retuviéremos firme hasta el fin el principio de su sustancia.)
mas Cristo, como hijo sobre su casa, la cual casa somos nosotros, si hasta el fin retuviéremos firme la confianza y la esperanza gloriosa.
Pues, hermanos, sed pacientes hasta la venida del Señor. Mirad que el labrador espera el precioso fruto de la tierra, esperando pacientemente, hasta que reciba la lluvia temprana y tardía.
Porque ésta es la voluntad de Dios: que haciendo bien, hagáis callar la ignorancia de los hombres vanos;
Porque mejor es que seáis afligidos haciendo bien (si la voluntad de Dios así lo quiere), que haciendo mal.
Y por eso los que son afligidos según la voluntad de Dios, encomiéndenle sus almas, como a fiel Criador, haciendo bien.
El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las Iglesias. Al que venciere, daré a comer del Maná escondido, y le daré una piedrecita blanca, y en la piedrecita un Nombre nuevo escrito, el cual ninguno conoce sino aquel que lo recibe.
y has sufrido, y sufres, y has trabajado por mi Nombre, y no has desfallecido.
El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las Iglesias: Al que venciere, daré a comer del árbol de la vida, el cual está en medio del Paraíso de Dios.