Y David dio a Salomón su hijo la traza del pórtico, y de sus casas, y de sus despensas, y de sus salas, y de sus recámaras de adentro, y de la Casa del propiciatorio.
Éxodo 37:6 - Biblia Spanish Sagradas Escrituras Hizo asimismo la cubierta de oro puro: su longitud de dos codos y medio, y su anchura de codo y medio. Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 Hizo asimismo el propiciatorio de oro puro; su longitud de dos codos y medio, y su anchura de codo y medio. Biblia Nueva Traducción Viviente Después hizo la tapa del arca —el lugar de la expiación— de oro puro. Medía un metro con quince centímetros de largo, por sesenta y nueve centímetros de ancho. Biblia Católica (Latinoamericana) Hizo el Lugar del Perdón de oro puro, de dos codos y medio de largo y codo y medio de ancho. La Biblia Textual 3a Edicion Hizo asimismo el propiciatorio de oro puro, dos codos y medio su longitud, y un codo y medio su anchura. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Hizo el propiciatorio de oro puro, de dos codos y medio de largo por codo y medio de ancho. Biblia Reina Valera Gómez (2023) E hizo el propiciatorio de oro puro; su longitud era de dos codos y medio, y su anchura de un codo y medio. |
Y David dio a Salomón su hijo la traza del pórtico, y de sus casas, y de sus despensas, y de sus salas, y de sus recámaras de adentro, y de la Casa del propiciatorio.
El tabernáculo del testimonio, y el arca del testimonio, y la cubierta que estará sobre ella, y todos los vasos del tabernáculo;
Y metió las varas por los anillos a los lados del arca, para llevar el arca.
Hizo también los dos querubines de oro, los hizo labrados a martillo, a los dos extremos de la cubierta:
al cual Dios ha propuesto por aplacación mediante la fe en su sangre, para manifestación de su justicia, para la remisión de los pecados pasados;
Mas venido el cumplimiento del tiempo, Dios envió su Hijo, nacido de mujer, nacido súbdito de la ley,
Que se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad, y limpiar para sí un pueblo propio, seguidor de buenas obras.
Y sobre ella los querubines de la gloria que cubrían el propiciatorio, cosas de las cuales no se puede ahora hablar en detalle.
Y él es la aplacación por nuestros pecados; y no solamente por los nuestros, sino también por los del mundo entero.