En el tabernáculo del testimonio, afuera del velo que estará delante del testimonio, las pondrá en orden Aarón y sus hijos, delante del SEÑOR desde la tarde hasta la mañana, por estatuto perpetuo de los hijos de Israel por sus generaciones.
Éxodo 30:21 - Biblia Spanish Sagradas Escrituras también se lavarán las manos y los pies, para que no mueran. Y lo tendrán por estatuto perpetuo él y su simiente por sus generaciones. Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 se lavarán las manos y los pies, para que no mueran. Y lo tendrán por estatuto perpetuo él y su descendencia por sus generaciones. Biblia Nueva Traducción Viviente Tendrán que lavarse las manos y los pies siempre, o morirán. Esta es una ley perpetua para Aarón y sus descendientes; tendrán que obedecerla de generación en generación». Biblia Católica (Latinoamericana) que se laven las manos y los pies, no sea que mueran; éste será un rito perpetuo para Aarón y su descendencia de generación en generación. La Biblia Textual 3a Edicion Se lavarán pues las manos y los pies para que no mueran, y lo tendrán por estatuto perpetuo, él y su descendencia por sus generaciones. Biblia Serafín de Ausejo 1975 se lavarán las manos y los pies, y no morirán. Esta será una ley perpetua para ellos, para Aarón y su descendencia, de generación en generación'. Biblia Reina Valera Gómez (2023) se lavarán las manos y los pies, para que no mueran. Y lo tendrán por estatuto perpetuo él y su simiente por sus generaciones. |
En el tabernáculo del testimonio, afuera del velo que estará delante del testimonio, las pondrá en orden Aarón y sus hijos, delante del SEÑOR desde la tarde hasta la mañana, por estatuto perpetuo de los hijos de Israel por sus generaciones.
Y estarán sobre Aarón y sobre sus hijos cuando entraren en el tabernáculo del testimonio, o cuando se llegaren al altar para servir en el santuario, para que no lleven pecado, y mueran. Estatuto perpetuo para él, y para su simiente después de él.
Cuando entraren en el tabernáculo del testimonio, se han de lavar con agua, para que no mueran; y cuando se llegaren al altar para ministrar, para encender al SEÑOR la ofrenda que se ha de consumir al fuego,