Y cada día Mardoqueo se paseaba delante del patio de la casa de las mujeres, por saber la paz de Ester, y qué se hacía de ella.
Ester 2:10 - Biblia Spanish Sagradas Escrituras Ester no declaró su pueblo ni su nacimiento; porque Mardoqueo le había mandado que no lo declarase. Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 Ester no declaró cuál era su pueblo ni su parentela, porque Mardoqueo le había mandado que no lo declarase. Biblia Nueva Traducción Viviente Ester no le había revelado a nadie su nacionalidad ni su trasfondo familiar porque Mardoqueo le había ordenado que no lo hiciera. Biblia Católica (Latinoamericana) Ester no había dicho a nadie cuál era su pueblo, quiénes eran sus padres, porque Mardoqueo se lo había prohibido. La Biblia Textual 3a Edicion Ester no declaró cuál era su pueblo ni su linaje, porque Mardoqueo le había ordenado que no lo declarara. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Ester no había revelado ni su pueblo ni su origen, porque así se lo había ordenado Mardoqueo. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Esther no declaró cuál era su pueblo ni su parentela; porque Mardoqueo le había mandado que no lo declarase. |
Y cada día Mardoqueo se paseaba delante del patio de la casa de las mujeres, por saber la paz de Ester, y qué se hacía de ella.
Y Ester, según le tenía mandado Mardoqueo, no había declarado su nación ni su pueblo; porque Ester hacía lo que decía Mardoqueo, como cuando estaba en crianza con él.
Y había criado a Hadasa, que es Ester, hija de su tío, porque no tenía padre ni madre; y la joven era de hermosa forma y de buen parecer; y como su padre y su madre murieron, Mardoqueo la había tomado por hija suya.
Y dijo Amán al rey Asuero: Hay un pueblo esparcido y dividido entre los pueblos en todas las provincias de tu reino, y sus leyes son diferentes de las de todo pueblo, y no observan las leyes del rey; y al rey no viene provecho de dejarlos.
Porque vendidos estamos yo y mi pueblo, para ser destruidos, para ser muertos y echados a perder. Si para siervos y siervas fuéramos vendidos, me callaría, aunque el enemigo no compensara el daño al rey.
He aquí, yo os envío como a ovejas en medio de lobos; sed pues prudentes como serpientes, y inocentes como palomas.
Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres; porque esto es justo.
Y descendiendo a la era, hizo todo lo que su suegra le había mandado.