Ahora porque de la sal del palacio estamos salados, no nos es justo ver el menosprecio del rey; por tanto hemos enviado para hacerlo saber al rey,
Esdras 4:13 - Biblia Spanish Sagradas Escrituras Ahora, notorio sea al rey, que si aquella ciudad fuere reedificada, y los muros fueren fundados, no darán el tributo, pecho, y rentas, y el catastro de los reyes será menoscabado. Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 Ahora sea notorio al rey, que si aquella ciudad fuere reedificada, y los muros fueren levantados, no pagarán tributo, impuesto y rentas, y el erario de los reyes será menoscabado. Biblia Nueva Traducción Viviente El rey también debería saber que, si esa ciudad se reconstruye y se completan sus murallas, su reino se verá perjudicado, porque los judíos se negarán a pagar los tributos, los derechos aduaneros y los peajes correspondientes. Biblia Católica (Latinoamericana) Pero ha de saber el rey que si llegan a reconstruir la ciudad y levantan nuevamente sus murallas, no pagarán más tributos, impuestos ni peajes, y por último los reyes saldrán perdiendo. La Biblia Textual 3a Edicion Sepa ahora el rey que si esta ciudad es reedificada, y los muros terminados, no han de pagar tributo, impuesto o contribución alguna, con lo que se perjudicará el ingreso de los reyes.° Biblia Serafín de Ausejo 1975 Sepa el rey que, si éstos reconstruyen la ciudad y restauran sus murallas, no pagarán ya más tributos, impuestos ni gabelas, y en definitiva, serán los reyes los perjudicados. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Ahora sea notorio al rey, que si aquella ciudad fuere reedificada, y los muros fueren establecidos, ellos no pagarán tributo, ni impuesto, ni rentas, y el catastro de los reyes será menoscabado. |
Ahora porque de la sal del palacio estamos salados, no nos es justo ver el menosprecio del rey; por tanto hemos enviado para hacerlo saber al rey,
y que reyes fuertes hubo en Jerusalén, y señores de todo lo que está al lado de allá del río; y que tributo, y pecho, y rentas se les daba.
Y a vosotros os hacemos saber, que a todos los sacerdotes y levitas, cantores, porteros, netineos y ministros de la casa de éste Dios, ninguno pueda imponerles tributo, o pecho, o renta.
Y había quienes decían: Hemos tomado prestado dinero para el tributo del rey, sobre nuestras tierras y viñas.
Sobre mí fabricaron mentira los soberbios, mas yo guardaré de todo corazón tus mandamientos.
Y él dice: Sí. Y entrando él en casa, Jesús le habló antes, diciendo: ¿Qué te parece, Simón? Los reyes de la tierra, ¿de quién cobran los tributos o el censo? ¿De sus hijos o de los extraños?
Y pasando Jesús de allí, vio a un hombre que estaba sentado al banco de los tributos públicos , el cual se llamaba Mateo; y le dice: Sígueme. Y se levantó, y le siguió.