Por tanto ahora hagamos alianza con nuestro Dios, que echaremos todas las mujeres y los nacidos de ellas, según el consejo del Señor, y de los que temen el mandamiento de nuestro Dios; y hágase conforme a la ley.
Esdras 10:5 - Biblia Spanish Sagradas Escrituras Entonces se levantó Esdras, y juramentó a los príncipes de los sacerdotes y de los levitas, y a todo Israel, que harían conforme a esto; y ellos juraron. Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 Entonces se levantó Esdras y juramentó a los príncipes de los sacerdotes y de los levitas, y a todo Israel, que harían conforme a esto; y ellos juraron. Biblia Nueva Traducción Viviente Entonces Esdras se puso de pie y exigió que los jefes de los sacerdotes, los levitas y todo el pueblo de Israel juraran que harían lo que dijo Secanías. Así que todos hicieron un juramento solemne. Biblia Católica (Latinoamericana) Esdras entonces se levantó y pidió a los jefes de los sacerdotes y de los levitas y a todo Israel que juraran que iban a hacer lo que se había dicho, y ellos juraron. La Biblia Textual 3a Edicion Entonces Esdras se levantó, e hizo jurar a los principales sacerdotes y a los levitas, y a todo Israel, que harían conforme a esta palabra; y así juraron. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Esdras se levantó e hizo jurar a los jefes de los sacerdotes, de los levitas y de todo Israel que harían conforme a lo dicho. Y ellos lo juraron. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces se levantó Esdras, e hizo jurar a los príncipes de los sacerdotes y a los levitas, y a todo Israel, que harían conforme a esto; y ellos juraron. |
Por tanto ahora hagamos alianza con nuestro Dios, que echaremos todas las mujeres y los nacidos de ellas, según el consejo del Señor, y de los que temen el mandamiento de nuestro Dios; y hágase conforme a la ley.
Fortificados con sus hermanos, sus nobles, y vinieron en la protestación y en el juramento de que andarían en la ley de Dios, que fue dada por mano de Moisés, siervo de Dios; y que guardarían y pondrían por obra todos los mandamientos del SEÑOR nuestro Señor, y sus juicios y sus estatutos;
Y reñí con ellos, y los maldije, y herí a algunos de ellos, y les arranqué los cabellos, y los juramenté, diciendo: No daréis vuestras hijas a sus hijos, y no tomaréis de sus hijas para vuestros hijos, o para vosotros.
Y dijeron: Devolveremos, y nada les demandaremos; haremos así como tú dices. Entonces convoqué a los sacerdotes, y los juramenté que harían conforme a esto.
Si el sabio los oyere, aumentará la doctrina; y el entendido adquirirá consejo;
El hombre se alegra con la respuesta de su boca; y la palabra a su tiempo, ¡cuán buena es!
El ungüento y el incienso alegran el corazón; así la dulzura del amigo con el consejo del alma.
Da al sabio, y será más sabio; enseña al justo, y acrecerá su saber.
Mas Jesús callaba. Respondiendo el sumo sacerdote, le dijo: Te conjuro por el Dios viviente, que nos digas si eres tú el Cristo, Hijo de Dios.