Las riquezas del rico son su ciudad fuerte; y el desmayo de los pobres es su pobreza.
Eclesiastés 9:16 - Biblia Spanish Sagradas Escrituras Entonces dije yo: Mejor es la sabiduría que la fortaleza; aunque la ciencia del pobre sea menospreciada, y no sean escuchadas sus palabras. Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 Entonces dije yo: Mejor es la sabiduría que la fuerza, aunque la ciencia del pobre sea menospreciada, y no sean escuchadas sus palabras. Biblia Nueva Traducción Viviente Por lo tanto, aunque la sabiduría es mejor que la fuerza, los sabios —si son pobres— también serán despreciados. Lo que digan no será valorado por mucho tiempo. Biblia Católica (Latinoamericana) Entonces dije: la sabiduría supera a las hazañas, pero cuando se trata de los pobres, se desprecia su sabiduría: pueden hablar, pero no los escuchan. La Biblia Textual 3a Edicion Entonces me dije: Mejor es la sabiduría que la fuerza, pero la sabiduría del pobre es menospreciada, y sus palabras no son escuchadas. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Y digo yo: mas vale la sabiduría que la fuerza pero la sabiduría del pobre se ve despreciada, y sus palabras no son escuchadas. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Entonces dije yo: Mejor es la sabiduría que la fuerza; aunque la sabiduría del pobre sea menospreciada, y no sean escuchadas sus palabras. |
Las riquezas del rico son su ciudad fuerte; y el desmayo de los pobres es su pobreza.
La ciudad de los fuertes tomó el sabio, y derribó la fuerza en que ella confiaba.
El hombre sabio es fuerte; y el hombre entendido es valiente de fuerza.
Conmigo está el consejo y el ser; yo soy la inteligencia; mía es la fortaleza.
Si se embotare el hierro, y su filo no fuere amolado, hay que añadir entonces más fuerza; pero excede la bondad de la sabiduría.
Porque en la sombra de la ciencia, y en la sombra del dinero reposa el hombre ; mas la sabiduría excede en que da vida a sus poseedores.
La sabiduría fortifica al sabio más que diez poderosos príncipes que haya en la ciudad.
Mejor es la sabiduría que las armas de guerra; pero un pecador destruye mucho bien.