Y había Absalón dado orden a sus criados, diciendo: Ahora bien, mirad cuando el corazón de Amnón estará alegre del vino, y cuando yo os dijere: Herid a Amnón, entonces matadle, y no temáis; que yo os lo he mandado. Esforzaos pues, y sed valientes.
Eclesiastés 7:4 - Biblia Spanish Sagradas Escrituras El corazón de los sabios está en la casa del luto; mas el corazón de los locos, en la casa del placer. Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 El corazón de los sabios está en la casa del luto; mas el corazón de los insensatos, en la casa en que hay alegría. Biblia Nueva Traducción Viviente El que es sabio piensa mucho en la muerte, mientras que el necio solo piensa en divertirse. Biblia Católica (Latinoamericana) La casa en duelo da para pensar a los sabios, los tontos no piensan más que en la casa alegre. La Biblia Textual 3a Edicion El corazón del los sabios está en la casa del luto, Pero el corazón del necio, en la casa del placer. Biblia Serafín de Ausejo 1975 El corazón de los sabios está en la casa de duelo; el corazón de los necios, en la casa de fiesta. Biblia Reina Valera Gómez (2023) El corazón de los sabios, está en la casa del luto, mas el corazón de los necios, está en la casa del placer. |
Y había Absalón dado orden a sus criados, diciendo: Ahora bien, mirad cuando el corazón de Amnón estará alegre del vino, y cuando yo os dijere: Herid a Amnón, entonces matadle, y no temáis; que yo os lo he mandado. Esforzaos pues, y sed valientes.
Y salieron a mediodía. Y estaba Ben-adad bebiendo, borracho en las tiendas, él y los reyes, los treinta y dos reyes que habían venido en su ayuda.
Dije yo también en mi corazón: Ven ahora, te probaré con alegría, y gozarás de bienes. Mas he aquí esto también era vanidad.
Mejor es el pesar que la risa; porque con la tristeza del rostro se enmendará el corazón.
Se pasmó mi corazón, el horror me ha asombrado; la noche de mi deseo se me tornó en espanto.
En su calor les pondré sus banquetes; y les haré que se embriaguen, para que se alegren, y duerman eterno sueño, y no despierten, dijo el SEÑOR.
Y embriagaré a sus príncipes y a sus sabios, a sus capitanes y a sus nobles y sus fuertes; y dormirán sueño eterno y no despertarán, dice el Rey, el SEÑOR de los ejércitos es su Nombre.
El día de nuestro Rey los príncipes lo hicieron enfermar con odre de vino; extendió su mano con los escarnecedores.
Porque como espinas entretejidas, mientras se embriagarán los borrachos, serán consumidos del fuego, como las estopas llenas de sequedad.
Y Abigail se vino a Nabal, y he aquí que él tenía banquete en su casa como banquete de rey; y el corazón de Nabal estaba ya alegre en él, y estaba muy borracho; por lo que ella no le declaró poco ni mucho, hasta que vino el día siguiente.
Y así lo llevó; y he aquí que estaban derramados sobre la faz de toda la tierra, comiendo y bebiendo y haciendo fiesta, por toda aquella gran presa que habían tomado de la tierra de los filisteos, y de la tierra de Judá.