Ahora el SEÑOR mi Dios me ha dado reposo por todas partes; que ni hay adversarios, ni mal encuentro.
Eclesiastés 3:8 - Biblia Spanish Sagradas Escrituras tiempo de amar, y tiempo de aborrecer; tiempo de guerra, y tiempo de paz. Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 tiempo de amar, y tiempo de aborrecer; tiempo de guerra, y tiempo de paz. Biblia Nueva Traducción Viviente Un tiempo para amar y un tiempo para odiar. Un tiempo para la guerra y un tiempo para la paz. Biblia Católica (Latinoamericana) tiempo para amar y tiempo para odiar;
tiempo para la guerra y tiempo para la paz. La Biblia Textual 3a Edicion Tiempo de amar y tiempo de aborrecer, Tiempo de guerra y tiempo de paz. Biblia Serafín de Ausejo 1975 Hay tiempo de amar y tiempo de aborrecer. Hay tiempo de guerra y tiempo de paz. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Tiempo de amar, y tiempo de aborrecer; tiempo de guerra, y tiempo de paz. |
Ahora el SEÑOR mi Dios me ha dado reposo por todas partes; que ni hay adversarios, ni mal encuentro.
Y en viendo Joram a Jehú, dijo: ¿Hay paz, Jehú? Y él respondió: ¿Qué paz, con las fornicaciones de Jezabel tu madre, y sus muchas hechicerías?
Y le salió al encuentro Jehú, hijo de Hanani, vidente, y dijo al rey Josafat: ¿A un impío das ayuda, y amas a los que aborrecen al SEÑOR? Pues la ira de la presencia del SEÑOR será sobre ti por ello.
No pondré delante de mis ojos cosa injusta; hacer traiciones aborrecí; no se allegarán a mí.
Volvió el corazón de ellos para que aborreciesen a su pueblo, para que pensasen mal contra sus siervos.
¿No tuve en odio, oh SEÑOR, a los que te aborrecen, y peleo contra tus enemigos?
El justo aborrece la palabra de mentira; mas el impío se hace odioso y abominable.
Y pasé yo junto a ti, y te miré, y he aquí que tu tiempo era tiempo de amores; y extendí mi manto sobre ti, y cubrí tus vergüenzas; y te di juramento, y entré en pacto contigo, dijo el Señor DIOS, y fuiste mía;
Si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre, y madre, y mujer, e hijos, y hermanos, y hermanas, y aun también su vida, no puede ser mi discípulo.
y conocer la caridad del Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios.
Maridos, amad a vuestras mujeres, así como el Cristo amó a la Iglesia, y se entregó a sí mismo por ella,
que enseñen a las mujeres jóvenes a ser prudentes, a que amen a sus maridos, a que amen a sus hijos,
Tomó, pues, Josué toda la tierra, conforme a todo lo que el SEÑOR había dicho a Moisés; y Josué la entregó a los israelitas por herencia, conforme a sus repartimientos de sus tribus; y la tierra reposó de la guerra.
Yo sé tus obras, y tu trabajo y paciencia; y que tú no puedes sufrir a los malos, y has probado a los que se dicen ser Apóstoles, y no lo son, y los has hallado mentirosos;