El que derramare sangre de hombre en el hombre, su sangre será derramada; porque a imagen de Dios es hecho el hombre.
Eclesiastés 3:3 - Biblia Spanish Sagradas Escrituras tiempo de matar, y tiempo de curar; tiempo de destruir, y tiempo de edificar; Dugang nga mga bersyonBiblia Reina Valera 1960 tiempo de matar, y tiempo de curar; tiempo de destruir, y tiempo de edificar; Biblia Nueva Traducción Viviente Un tiempo para matar y un tiempo para sanar. Un tiempo para derribar y un tiempo para construir. Biblia Católica (Latinoamericana) tiempo para matar y tiempo para curar;
tiempo para demoler y tiempo para edificar;' La Biblia Textual 3a Edicion Tiempo de matar y tiempo de curar, Tiempo de destruir y tiempo de edificar, Biblia Serafín de Ausejo 1975 Hay tiempo de matar y tiempo de sanar. Hay tiempo de destruir y tiempo de edificar. Biblia Reina Valera Gómez (2023) Tiempo de matar, y tiempo de curar; tiempo de destruir, y tiempo de edificar; |
El que derramare sangre de hombre en el hombre, su sangre será derramada; porque a imagen de Dios es hecho el hombre.
que despierta la palabra de su siervo, y que cumple el consejo de sus mensajeros; que digo a Jerusalén: Serás habitada; y a las ciudades de Judá: Serán reedificadas, y sus ruinas levantaré;
Engruesa el corazón de este pueblo, y agrava sus oídos, y ciega sus ojos; para que no vea con sus ojos, ni oiga con sus oídos, ni su corazón entienda; ni se convierta, y haya para él sanidad.
Mira que te he puesto en este día sobre gentiles y sobre reinos, para arrancar y para destruir, y para echar a perder y para derribar, y para edificar y para plantar.
Y será que, como tuve cuidado de ellos para arrancar y derribar, y trastornar y perder, y afligir, así tendré cuidado de ellos para edificar y plantar, dijo el SEÑOR.
He aquí que yo le hago subir sanidad y medicina; y los curaré, y les revelaré abundancia de Paz y de Verdad.
Así le dirás: Así dijo el SEÑOR: He aquí que yo destruyo los que edifiqué, y arranco los que planté, y a toda esta tierra.
Así derribaré la pared que vosotros pañetasteis con lodo suelto, y la echaré a tierra, y será descubierto su cimiento, y caerá, y seréis consumidos en medio de ella; y sabréis que yo soy el SEÑOR.
El SEÑOR de los ejércitos habla así, diciendo: Este pueblo dice: No es aún venido el tiempo, el tiempo para edificar la Casa del SEÑOR.
¿Tenéis vosotros tiempo, vosotros, de morar en vuestras casas enmaderadas, y esta Casa est desierta?
Y respondió el ángel del SEÑOR, y dijo: Oh SEÑOR de los ejércitos, ¿hasta cuándo tendrás piedad de Jerusalén, y de las ciudades de Judá, con las cuales has estado airado por espacio de setenta años?
Ved ahora que yo, yo soy, y no hay dioses conmigo; yo hago morir, y yo hago vivir; yo hiero, y yo curo; y no hay quien pueda librar de mi mano.
Si pecare el hombre contra el hombre, los jueces le juzgarán; mas si alguno pecare contra el SEÑOR, ¿quién rogará por él? Mas ellos no oyeron la voz de su padre, porque el SEÑOR ya había decidido matarlos.
El SEÑOR mata, y él da vida; él hace descender al sepulcro, y hace subir.